El Obra acribilla con triples a un Estu que reaccionó tarde
El acierto en la línea de tres fue la clave para un Obradoiro que tampoco se dejó remontar cuando el Estu se puso las pilas, ya al final
El Monbus Obradoiro se ha impuesto hoy por 91-81 a un Movistar Estudiantes que reaccionó demasiado tarde para llevarse el partido, después de ir a remolque desde el primer cuarto.
Este triunfo consolida a los gallegos en la parte media de la tabla clasificatoria de la Liga Endesa con cinco victorias y siete derrotas, mientras que complica el estado de un Estudiantes que, con un partido menos, cuenta con un balance de tres victorias y ocho derrotas.
El encuentro comenzó tras una sonada ovación del Multiusos Fontes do Sar a Kostas Vasileiaids, alero griego del Obradoiro, que la semana pasada igualó el récord de triples de la ACB con diez canastas de tres puntos en su visita a la cancha del Zaragoza.
Apenas superado el primer minuto de juego, Darío Brizuela protagonizó una impactante caída durante una entrada a canasta, de la que, afortunadamente, se recuperó tras unos minutos sin consecuencias de gravedad.
Demostraron ganas los locales de volver a jugar en casa tras el parón por las ventanas FIBA, ya que imprimieron un alto ritmo de juego desde el comienzo que los llevó a disponer, mediado el primer cuarto, de una renta de siete puntos de ventaja tras una canasta bajo el aro de Nacho Llovet (15-8).
Al final de este primer período se mantuvo el dominio del Obradoiro en el marcador (19-14), aunque el trabajo de Nik Caner-Medley y Goran Suton en la pintura permitió acortar distancias a los hombres dirigidos por Josep María Berrocal.
La intensidad del encuentro no disminuyó en el inicio del segundo cuarto, en el que un triple de Edgar Vicedo a falta de cinco minutos para el descanso acercó a los visitantes a dos puntos (25-23) y provocó la reacción del banquillo del Obradoiro, que solicitó tiempo muerto para tratar de ajustar una defensa castigada en el rebote ofensivo por los interiores estudiantiles.
Mejoraron los locales atrás tras este parón y tres triples consecutivos, dos de Andreas Obst y uno de Vasileiadis, rompieron el partido y distanciaron a un Estudiantes errático hasta los once puntos: 34-23 a falta de tres minutos para la conclusión del segundo cuarto.
Alentado por el Fontes do Sar, el equipo gallego vivió unos minutos de trance en los que un preciso lanzamiento exterior -seis aciertos de siete intentos- disparó la diferencia hasta los dieciséis tantos de distancia con los que se llegó al descanso: 46-30.
Mientras tanto, en esta primera mitad, Estudiantes ofreció una de sus peores versiones, demasiado obcecados en buscar las individualidades de Alessandro Gentile y Brizuela, que no fueron capaces de sortear con el éxito deseado la férrea defensa local.
Tras la reanudación, los doce primeros puntos del Obradoiro llevaron el sello del pívot eslovaco Vladimir Brodziansky, que hizo inútiles los intentos del equipo colegial por acercarse en el marcador, pese a estar espoleados por un notable Caner-Medley -ocho puntos en este cuarto.
La exhibición del interior obradoirista -terminó con 27 puntos y 5 rebotes para un total de 36 de valoración- fue acompañada por un triple de Llovet y dos tiros libres de Vasileiaidis, que elevaron la máxima de dieciséis de diferencia hasta diecinueve a falta de cuatro minutos para el final del tercer período (64-45).
Todo el juego del Estudiantes siguió pasando por las manos de Gentile y, aunque el alero italiano mejoró sus prestaciones ofensivas y maquilló sus números, no fue capaz por si solo de voltear un partido que cerró su tercer cuarto con el Obradoiro diecinueve arriba (75-56).
Un parcial de 0-8 de salida en el último cuarto amenazó con una posible remontada del Estudiantes, pero la reacción local llegó tras un nuevo tiempo muerto solicitado por sus técnicos, tras el cual se rompería la racha con una canasta en penetración de Nick Spires.
No obstante, la presión de los visitantes se mantuvo de la mano de las canastas de Gian Clavell y Omar Cook, solo contrarrestadas en el otro aro por el pundonor de Llovet, llevando al partido a menos de diez puntos de diferencia a falta de cuatro minutos y medio para el final (80-71).
Un nuevo triple de Clavell y una bandeja de Cook acercaron al Estudiantes a tan solo cuatro puntos (80-76), pero el Obradoiro encontró en los balones al poste para Brodziansky el oxígeno necesario para mantener su renta.
A continuación, el hierro rechazó un triple liberado de Suton que habría puesto al club madrileño a tan solo tres puntos y, en la réplica, dos puntos más del pívot eslovaco desde la línea de personal alejaron a ocho al Estudiantes (84-76).
Fue entonces cuando Gentile volvió a ser el protagonista negativo del encuentro, ya que, pese a anotar una lograda canasta en estos minutos, cometería una falta en ataque y, seguidamente, su mala defensa sobre Andreas Obst le permitió al Obradoiro consolidar sus ocho puntos de diferencia a falta de minuto y medio (86-78).
Las prisas por robar el balón de Estudiantes en la acción posterior le brindaron a Ben Simons una canasta fácil bajo el aro que terminó con las posibilidades de remontada y, tras el intercambio final de tiros libres, el partido concluyó con 91-81 favorable al equipo gallego.