Se acabó el 2018. Al menos, en lo futbolístico, para Sporting y Oviedo. Los dos grandes del Principado cerraron ayer el año con empate. El equipo de Jose Alberto lo hizo en Lugo, mientras que los de Juan Antonio Anquela igualaban en casa ante un Málaga candidato al ascenso directo a Primera División. No se puede decir que ninguno esté donde desearía. El Sporting cierra el año a seis puntos del play-off, mientras que el Oviedo lo hace a ocho ¿El deseo de ambos? Revertir la situación en 2019 y luchar por el ansiado ascenso a la élite de nuestro fútbol.
Faltó la alegría del gol
- De nuevo, buenas sensaciones: El Sporting acudió a Lugo para intentar sumar una nueva victoria. Lo tuvo todo para lograrlo, salvo gol. El Sporting jugó bien, dominó en gran parte del encuentro, no sufrió apenas ante un Lugo que en los últimos encuentros había logrado sea muy fiable en el Anxo Carro. Pero en el fútbol los goles son amores y al cuadro rojiblanco le faltó acierto para que algunas de sus, sobre todo cinco, ocasiones claras de las que dispuso hiciese llevar el júbilo a unas gradas del Anxo Carro plagadas de seguidores rojiblancos.
- Volvió a faltar el acierto: Es el único pero del Sporting ayer: su falta de acierto. Bien por falta de puntería (Djurdjevic de mi vida…), por la madera en dos ocasiones, o por las intervenciones de Juan Carlos en otras tantas, el Sporting no logró perforar portería rival. Sin eso no hay opción de ganar y es lo que le impidió al cuadro rojiblanco venirse con tres puntos que le hubiesen mantenido a cuatro puntos del play-off.
- Tercera portería a cero consecutiva: Lo destacaba un Jose Alberto que sigue sin conocer la derrota desde que asumiese la dirección del primer equipo. El Sporting logró de nuevo cerrar su portería y negarle por tercera jornada consecutiva el gol a su rival. Un aspecto clave en esta categoría. La defensa, liderada por el dúo galo Babin-Peybernes, volvió a rendir a un nivel superlativo. Eso unido al seguro bajo palos que es Diego Mariño que en dos ocasiones volvió a ser decisivo y fundamental con dos buenas paradas.
- Queridos Reyes Magos…: La carta a los Reyes Magos del Sporting incluirá, a buen seguro, un par de refuerzos para la parcela ofensiva. El Sporting tiene una idea de juego definida, la aplica y ejecuta con un porcentaje de acierto claro sea en un 4-3-3 o en un 4-4-2. Pero necesita gol. Gol y verticalidad. El Sporting carece de un extremo que dé profundidad en la banda izquierda, obligando a Traver y Álvaro Jiménez a jugar a banda cambiada donde se encuentran incómodos. Pero en la punta del ataque, Djurdjevic ya ha dejado claro que no es el delantero goleador que necesitaba al equipo y que Blackman tampoco parece serlo. Especialmente el serbio hace un trabajo notable de presión, desgaste y pelea, pero no acierta de cara a puerta. Si el Sporting quiere optar a cotas mayores en Mayo/Junio necesita refuerzos.
Con la pólvora mojada
- El Oviedo lo quiso más. Fue un partido raro. Porque pese a las urgencias que había sobre el césped, las áreas estuvieron tranquilas. Los asturianos necesitaban ganar para volver al camino correcto. El Málaga, para asaltar el liderato. Pero ninguno logró inquietar a su rival. Y en ese mar conservador, en el que ninguno arriesgaba, el color azul fue quien más apostó por el triunfo. Y es así porque los de Juan Antonio Anquela lo intentaron de varias formas, pero la pólvora estaba mojada. Cuando no se iba por centímetros se estrellaba en el palo, y sino fallaba ese último pase. El caso es que el balón no quiso entrar. Pese a ello, todos coinciden en que este es el camino a seguir.
- Sensaciones y resultados. El Oviedo volvió a jugar mejor que su rival. Con balón y sien él. Se mostró muy sólido y movió la pelota con criterio, pero en muchas ocasiones faltó concretar en los metros finales. Y esa es la tónica de las últimas semanas. Los carbayones juegan bien, disponen de muchas ocasiones, pero la falta de acierto les condena. Y aunque ayer no concedieron atrás, dio la sensación de dejarse dos puntos. Por eso está cuestionado el equipo. Los resultados mandan.
- Viti como protagonista. Vamos a describir brevemente la mejor acción del partido. Combinación entre tres futbolistas, Viti, Steven y Diegui, que acaba con un disparo cruzado del primero al palo. Pudo ser el colofón de un partidazo del canterano. Viti salió desde el primer momento con la intención de comerse el césped. Apretó, se movió, lo intentó y nunca se escondió del balón. Con mucho descaro y verticalidad, el futbolista asturiano fue una auténtica pesadilla para la zaga visitante. Su velocidad impulsó al Oviedo en ataque. Una pena que el palo le dejase sin el mayor de los premios.
- ¿Hay dudas de futuro? Se acabó el 2018. Era la semana de la que todos estaban pendientes. Y de la que siguen por cierto. Muchos se preguntan si habrá cambios. Nadie sabe con exactitud la respuesta. Pero, después de no ganar ante el Málaga, ¿se producirá el relevo en el banquillo? A esta hora nadie se ha pronunciado, pero todo hace indicar a que estamos ante días clave.