El Castellón consiguió en 2018 salir del pozo de la 3ª División después de siete años y cinco promociones de asceno. El equipo de Castalia cierra el año en una posición delicada en la tabla del grupo III de Segunda División B, ya que se encuentra en penúltima posición y a 3 puntos de la salvación, pero con la llegada de Óscar Cano y el cambio de estilo, los orelluts esperan salir rápidamente de las posiciones de peligro y afrontar con ilusiones renovadas 2019.
El 2018 del Castellón, como ya viene siendo costumbre desde hace años, ha sido un año lleno de altibajos. El año empezó con Sergi Escobar de entrenador, después de la destitución de Frank Castellón a mediados de noviembre, ya que tenía al equipo quinto y fuera del playoff, pero llegó el entrenador del ascenso y le cambió la cara al equipo, colocándole segundo al final de la temporada y llegando a ser primero durante bastantes minutos en la última jornada de liga, pero finalmente el equipo de la Plana tuvo que superar tres eliminatorias para conseguir el ansiado ascenso y dejar atrás por fin la 3ª División.
Como en la promoción de ascenso de 2015, en 2018 el equipo de Escobar llegó a la tercera ronda del playoff después de haber superado a los rivales más complicados posibles, en aquel año fueron el Peña Deportiva de Ibiza, el Atlético Malagueño y el Gavá, equipo que eliminaría al Castellón en penaltis después de haber tenido un penalti para subir, pero ese año la suerte le fue esquiva al Castellón. Toda la suerte que no se tuvo en 2015 para conseguir el ascenso se tuvo en los playoffs de 2018, cuando el Castellón superó con solvencia al Tropezón en 1ª ronda con un resultado global de 5-2. En segunda ronda le tocó el equipo más complicado del bombo, el Sant Andreu, pero aún así, pese a empatar a 0 el primer partido en Castalia, los de Escobar consiguieron empatar a 1 con mucho sufrimiento en tierras catalanas gracias a un gol de penalti en el 44, que hizo jugar al Sant Andreu con 10 toda la segunda parte
Se llegó al último partido en Castalia frente al Portugalete tras empatar a 1 en el País Vasco, donde el Castellón tuvo la «suerte» de que el árbitro pitara un penalti en la última jugada del partido para que Cristian Herrera empatara el encuentro y le diera una mínima ventaja a su equipo para la vuelta. En el partido del ascenso Castalia se vistió de gala, dando una imagen propia de un estadio de 1ª división con 14.000 almas cantando y apoyando al Castellón. Colomer consiguió el único gol del encuentro y se convertiría en héroe improvisado del ascenso, ya que no estaba siendo titular y Escobar confió en él y el de Vilafamés respondió con creces a la oportunidad que le había dado su entrenador.
Después de conseguir el ascenso, el nuevo director deportivo del equipo, Guerrero, decidió que solamente Cubillas, Castells, Luismi y Juanjo, aunque a este último se le dió la baja después del primer partido de liga, eran los únicos que debían seguir en el club, cosa que no sentó nada bien a la afición que a día de hoy sigue pensando que algunos de los héroes del ascenso podrían estar aportando más de lo que han dado al conjunto de Óscar Cano algunos de los fichajes que venían de Segunda División. Guerrero también fue el encargado de cesar a Escobar después de solamente cuatro partidos en la categoría de bronce, eso si, sin ninguna victoria, pero el cese tan temprano del entrenador de la vuelta a Segunda B dejó claro que no confiaban en él desde el principio y que le habían agunatado porque después de dar la baja a casi toda la plantilla del ascenso, si también lo hacía con el entrenador se le iba a echar encima la afición.
Después de la destitución de Escobar llegó David Gutiérrez «Guti», con el cual el equipo no mejoró mucho las sensaciones, pero consiguió dejar la portería a 0 en tres de sus cinco primero partidos. Las sensaciones con Guti fueron bastante malas en su primer partido frente al Ebro donde el Castellón empató a 1 en casa pero mereció perder sin duda. Lo mismo pero al revés paso en los próximos partidos, se empataba pero si algún equipo merecía ganar era el Castellón y no el rival. Todo cambió en Badalona, cuando el equipo perdía 2-0 en el sexto partido de Guti y esto significaba la primera derrota de su corta «era» al frente de los albinegros. Tras volver a perder en el siguiente partido en Castalia frente al Lleida por la mínima, la afición pidió su cabeza, pero se le aguantó 4 partidos más donde se empató en el José Rico Pérez y en Olot, ambos a 1 gol, se ganó al Alcoyano 3-0, y en su último partido en Castalia se perdió 0-1 frente al Sabadell. Al día siguiente del partido Guti fue cesado por la directiva.
Actualmente, el Castellón ganó su último partido en 2018 frente al Conquense, equipo al que ha ganado con el mismo resultado (1-0), dos veces en menos de 3 meses, la primera en 1ª ronda de Copa del Rey y la segunda en el último partido liga del año. Con la llegada del nuevo mister, Óscar Cano, el aficionado orellut esperaba ver un cambio de dinámica tanto en el juego, como ya se vió en el partido frente al Conquense apostando por un futbol vistoso y de toque, como en los resultados, ya que Cano solo ha necesitado 2 partidos para conseguir su primera victoria, Escobar ni la consiguió y la única de Guti llegó en su décimo partido. Por tanto, el Castellón afronta 2019 con ilusiones renovadas después de conseguir una victoria para cerrar el año del ascenso y empezarán a trabajar con una concentración en Marina d’Or desde el 2 de enero.