Con la llegada del 2019 la Sociedad Cultural Deportiva de Durango celebra su Centenario. Desde Grada3 hemos querido hacer este humilde homenaje y reconocimiento repasando los 100 años de historia de uno de los conjuntos con más solera del futbol vizcaíno. Un siglo de vida da para mucho y asi lo hemos entendido, intentando recoger los momentos mas importantes de su larga historia, destacando las temporadas en las que los blanquiazules han competido en la categoria de Bronce.
La afición al fútbol comenzó alrededor de un frontón
Cuando el futbol apenas estaba inventado ya se jugaba en Durango. Recién superada la primera década del siglo XX eran varias las cuadrillas de jóvenes que se reunían alrededor del mítico frontón Ezkurdi, donde le pegaban a la pelotona con ferviente devoción.
De esos primitivos encuentros surgieron los primeros equipos del pueblo. Destacaban el Ederrori de los hermanos Cuadrado o el Tavira F.C los cuales practicaban su deporte favorito en Ezkurdioste.
Poco a poco el foot-ball fue asentándose en la zona y por ende formándose nuevos equipos ante la aceptación e inquietud de los muchachos de Durango. El Arrastaka del gremio de los pintores, el AmbotoMendi de los albañiles o el Margarita tuvieron su momento fomentando la afición entre los habitantes de la comarca y creando un caldo de cultivo para la creación de la Sociedad Cultural Deportiva de Durango.
Por aquel entonces el Ederrori y el Tavira se habían unificado formando el Club Deportivo Tavira, presidido por Alejandro Marquina. Vestían con camiseta azul y blanca con pantalón blanco. El equipo se erigió como representante del pueblo de Durango y salió a jugar dejando su impronta a localidades vecinas como Gernika, Basauri, Eibar, Elgóibar, Elorrio o Amorebieta.
A medida que pasaban los años el proyecto fue consolidándose y en Abril del año 1919, con Ignacio Letamendia de presidente, se inauguró la nueva sede de la Sociedad en la calle Artekale. Además del futbol también tenían cabida otras prácticas deportivas como el atletismo.
Creación de la Sociedad Cultural Deportiva de Durango
Recién estrenados los años veinte con Emiliano Baque Delclaux a la cabeza quedó constituida la S.C.D. Durango concretamente el 11 de Junio de 1921. Sus colores fueron camiseta con una parte blanca y otra azul y pantalón negro.
Un paso importante fue la construcción del campo de Ertzimingogane, inaugurado frente al Gernika Club. Ahora que tenían feudo reglamentario la intención no fue otra que la de inscribirse en la Federación Vizcaína de Futbol y comenzar a competir.
Cumplimentar los requisitos, no fue fácil, en primera instancia para obtener la plaza en la Serie B se fusionaron con el Abando Sport de Bilbao, compitiendo con ese nombre en la 1922/23 logrando una meritoria segunda plaza tras el Acero Club de Olabeaga. La Sociedad continuaba creciendo y necesitaban un campo que se adecuase a sus necesidades.
La solicitud a la Diputación Provincial solo tuvo dos requisitos, entregar los planos finalizados y que la obra no superase la cuantía de 20.000 pesetas. Con todo en orden el Stadium San Fausto se inauguró en 1924 con un partido frente al Acero que ganaron los bilbaínos por cero a dos.
A medida que avanzaban los años de la segunda década del siglo XX, el club continuaba sumando experiencia y notoriedad en la zona. Disputando incluso una eliminatoria de promoción de ascenso a la Primera Categoría Regional en la que fueron derrotados por el Barakaldo.
En 1926 se cambió la denominación del equipo pasando a llamarse Durango Cultural Deportiva. Nombre con el que compitió en Primera Categoría B, logrando meritorias clasificaciones.
La afición al futbol continuaba creciendo en el duranguesado y con ella comenzaron a destacar futbolistas de la zona. Los primeros ídolos locales del balompié, nombres propios como Zabala, Oceja, Garate, Sarmanton o Mangas. Jugadores que militaron en conjuntos importantes de la época como el Athletic Club, Zaragoza o Hércules.
En los primeros años de la década de los treinta se alternaron buenas temporadas con otras no tan buenas. Así en 1934 fueron colistas y descendieron a Segunda. Al año siguiente tras una gran campaña quedaron primeros pero no pudieron recuperar la categoría perdida al verse apeados en la liguilla de ascenso. Y llego la Guerra civil.
Recuperación y primer ascenso a categoría nacional
Superado el trauma de la guerra, el futbol recobró el protagonismo en Durango una población muy castigada en la confrontación. Los durangueses se pusieron manos a la obra para recuperar y reconstruir San Fausto. Reparando tanto su tribuna de madera como el terreno de juego. El terreno de juego fue base operativa de los italianos y sufrió muchos daños durante los bombardeos.
Pero el orgullo de un pueblo que sufrió en demasía el conflicto bélico salió a relucir reflotando al club. La pelota volvió a rodar en Durango y bien es cierto que este retorno sirvió de entretenimiento a los durangueses. Por otra parte las alegrías deportivas vividas estos años ayudaron a aliviar e intentar superar las penurias sufridas.
En la 1939/40 fueron campeones invictos, retornando a la Primera Categoría. División en la que compitieron las siguientes temporadas. En Enero de 1941 recuperaron el nombre de Sociedad Cultural Deportiva Durango. Tras una restructuración en la Federación Vizcaína de Futbol compitieron en la 1942/43 en la Primera Regional quedando la temporada siguiente campeones y logrando el primer gran hito deportivo de la Sociedad, el ascenso por primera vez en su historia a la categoría nacional. Se habían ganado brillantemente una plaza en la Tercera división.
La alegría duro poco, tras un comienzo ilusionante de campeonato los blanquiazules sufrieron los rigores de tan exigente categoría quedando últimos y descendiendo a Primera Regional.
En los primeros años de la postguerra la Cultural no se bajó del ascensor
Durante la década de los cuarenta los de Durango se convirtieron en uno de esos equipos denominado como “ascensor”. Así tras disputar otra gran campaña 1945/46 se retornó a la Tercera División, Categoría en la que el Club permaneció dos temporadas consecutivas.
Por aquel entonces la Tercera estaba compuesta por equipos vizcaínos y cántabros pero un año después su potencial aumentó con la incorporación de escuadras navarras, zaragozanas y riojanas. Con lo que el nivel y la exigencia aumentaron considerablemente y los blanquiazules finalizaron en undécima posición viéndose obligados a disputar una promoción que solventaron con mucha gallardía logrando salvarse.
Pero la Federación Española de Futbol en su afán por ordenar y restructurar el futbol nacional, adoptó una medida nada beneficiosa para los interés de los durangarras. A partir de la siguiente temporada solo podrían competir en la Tercera los clubes históricos o pertenecientes a capitales de provincia. Por lo que tras aprobar la controvertida medida la Cultural se vio abocada a volver a la Primera Regional.
Tras varios intentos los de Durango lograron asentarse en Tercera División
Si bien es cierto que tras la polémica decisión federativa el equipo perdió fuelle, en esa época se pueden rescatar noticias positivas como la inauguración de las nuevas instalaciones de Tabira, estrenadas el 15 de Septiembre de 1949. Escenario innovador para la época, ya que disponía de una tribuna sin columnas. Un moderno terreno de juego donde también disputaron sus encuentros el CD Iurreta y el CD Tavira, equipos que se convirtieron en filiales de la Cultural.
Las primeras campañas de la década de los cincuenta, fueron un quiero y no puedo constante en su intento por retornar a la Categoría Nacional. Año tras año partían a priori como favoritos pero a la postre siempre se cruzaba algún equipo con más potencial en el camino que les impedía cumplir el objetivo. En la 1950/51 fueron subcampeones y dos temporadas después terminaron terceros, estas fueron sus clasificaciones mas destacadas.
Hasta que en la campaña 1954/55, se anunció desde la Federación Española que podrían ascender los cuatro primeros clasificados. Los durangarras no desaprovecharon la oportunidad y tras finalizar terceros lograron celebrar un nuevo ascenso.
Y tras conseguir subir ese complicado peldaño, llegaron para quedarse. Los blanquiazules lograron encadenar siete temporadas consecutivas en la Tercera división. Campañas con buenas clasificaciones entre las que destacan el segundo puesto en la 1956/57, que les dio derecho a disputar una liguilla de ascenso a Segunda División en la que no hubo fortuna o el quinto puesto obtenido en la 59/60.
Finalmente, tras varias campañas fogueándose en el futbol nacional llegó la temporada 1960/61 en la cual finalizaron en la decimoquinta posición perdiendo una categoría a la que no retornarían hasta 21 años después.
Larga travesía por el desierto de la Regional
Los años 60 y 70 estuvieron caracterizados por intentos continuados sin éxito por cambiar de categoría. En los años 60 se intercalaron buenas clasificaciones como la segunda posición de la 1962/63 o el campeonato sin premio de la 67/68, con temporadas en las que el club sufrió más de lo deseado firmando puestos muy por debajo de su potencial.
A pesar de no lograr el ascenso en la 1967/68, con la creación de la categoría Regional Preferente la Cultural competiría en esta división que sería la cuarta en importancia en el futbol nacional. Categoria en la que quedaría en las posiciones sexta y octava respectivamente en las dos siguientes temporadas.
Con el cambio de década las cosas no fueron mejor para los de Tabira, rozando el descenso en las dos primeras campañas de los años 70. A partir de ahí el Club fue recuperándose y mejorando sus clasificaciones entre las que destacan el segundo puesto de la 74/75 que daba derecho a una promoción de ascenso que se perdió frente al Getxo.
Los años siguientes la Cultural siempre presentó escuadras que estuvieron codeandose con los gallos de su categoria, obteniendo honrosas clasificaciones finales que daban síntomas de recuperación y esperanzas para optar al retorno a una división nacional que se resistía en demasía a pesar de que los durangarras lo intentaron con todas sus fuerzas.
Con el cambio de década los blanquiazules retornaron a las categorías nacionales y se vivieron años dorados
Siempre favoritos al ascenso arrancaron la campaña 1980/81, en la que se quedaron con la miel en los labios finalizando en tercera posición y a la temporada siguiente con José Joaquín Astola Gallastegui en la presidencia se proclamaron campeones y pudieron concretar el anhelado ascenso que tanto persiguieron temporadas atrás. Si bien es cierto que con la creación de la Segunda división B, la categoría a la que se subía no eran tan importante como antaño, fue un primer paso para ganar en importancia y notoriedad dentro del futbol vizcaíno.
El Club disfrutó unos años dorados, con potentes plantillas, lo que ayudó en la 1982/83 a quedar campeones de Tercera y atacar el ascenso a la División de Bronce, pero la U.E. Figueres se cruzó en su camino en semifinales despertándoles del sueño que estaban viviendo.
Pero el equipo no cejó en el empeño, realizando muy buenas temporadas y convirtiéndose en uno de los gallos de la categoría. Así enlazaron el tercer puesto en la 83/84 con la quinta y sexta posición de las dos siguientes campañas. Buenas clasificaciones que no hacían otra cosa que alimentar la esperanza de que algún año sería el suyo.
Y como se suele decir, tanto va el cántaro a la fuente que por fin en la 1986/87 campeonaron de nuevo en la Tercera y en esta ocasión sí que lograron dar el salto a la 2ª División B. Otro hito más en la historia del club.
Cuatro temporadas consecutivas en Segunda División B hasta aquel partido de Binefar……
En la 1987/88 quedaron encuadrados en el Grupo I de la división de bronce. Eran junto al Lemona y el Basconia los únicos representantes vizcaínos en un grupo compuesto por equipos vascos, cántabros, asturianos y gallegos. La liga la ganó el Eibar y los durangueses con 40 puntos lograron una meritoria octava posición.
Para el recuerdo quedará esa plantilla entrenada por J.Mª Arrizabalaga, con un once tipo formado por Elola, Txintxurreta, Andoni, Bereciartua, Garro, Barrutia, Aguirre, Campos, Rementeria, Basurto y Gonzalo Zubizarreta.
En la siguiente campaña también con Arrizabalaga en el banquillo sufrieron de lo lindo para mantener la categoría para finalmente acabar en el puesto decimosexto con 33 puntos.
En la 89/90, llegó J.Mª Amorrortu al banquillo de Tabira, remplazándolo Areitio en la jornada 16. Los blanquiazules compitieron en el Grupo II, con equipos vascos, navarros, catalanes, aragoneses y castellanos. Un exigente grupo en el que el Lleida salió campeón y la Cultural firmó la mejor clasificación en sus ya 100 años de historia al quedar en sexta posición con 43 puntos. Fue una temporada en la que destacaron jugadores como Aitor Bouzo con 8 goles y el temporadon que realizó Jose Anton Barrutia.
Lamentablemente con el cambio de década en la 1990/91 los durangarras perdieron la categoría con un equipo muy joven dirigido por Jon Pujana. Con 30 puntos logrados se quedaron a tan solo dos de la permanencia ocupando la decimoctava posición.
El descenso se materializó en la última jornada en Binefar en un partido de ingrato recuerdo. Los vizcaínos que acabaron el choque con nueve jugadores. Se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Anton Barrutia, mediada la segunda parte, teniendo la salvación en su mano. Pero sendos tantos de los aragoneses encajados en los minutos 90 y 92 tiraron por la borda el sueño de permanecer una temporada más en la Categoría de Bronce. En lo que se puede calificar como uno de los momentos más tristes y amargos en la historia de los de Durango.
Definitivamente tras 4 años compitiendo en el tercer escalón del futbol nacional, se veían obligados a volver a la Tercera División. Categoría en la que disputarían sus partidos durante cuatro campañas hasta su efímero retorno al Bronce en la que jugaron en la 1995/96.
Década de los 90, la Tercera división hábitat natural de la SCD Durango
Tras el descenso al equipo le costó rearmarse. La reconstrucción de la plantilla fue un gran hándicap que pagaron caro y los durangarras perdieron potencial realizando dos discretas campañas en su vuelta a Tercera en las que finalizaron decimoterceros y décimos respectivamente.
Ya en la en la 1993/94, el equipo volvió por su fueros siendo uno de los favoritos de la categoría y firmando una meritoria cuarta plaza que sirvió de preludio para la segunda posición de la 94/95 en la que se ascendió de nuevo a Segunda B.
Los blanquiazules realizaron una gran temporada para quedar tan solo por detrás de un potente Aurrera de Vitoria e imponerse en el la liguilla de ascenso al Racing de Santander B, Utebo y CD Lagunak.
Pero su presencia en 2ªB fue prácticamente una anécdota, puesto que tan solo permanecieron una temporada. Con Emilio Esturo en la presidencia y un banquillo ocupado por Jose Andres Laka hasta la jornada 23 y Roberto Aspiazu. Se confeccionó un equipo demasiado joven para la categoría entre los que destacaban nombres como Raul Gañan, Lombraña, Aitor Etxaburu o Jose Aguirre. Pero no lograron más que sumar 35 puntos que no fueron suficientes para continuar en la División de Bronce.
Las siguientes campañas en Tercera, transcurrieron sin pena ni gloria. El puesto más destacado fue la quinta posición de la 1996/97. El equipo siempre partía en las quinielas como candidato al ascenso pero ni siquiera lograban meterse en los play-off de ascenso. Cerrando la década de los noventa como la empezaron.
Por aquel entonces jugaban en el equipo dirigido por Jon Aspiazu futbolistas como Arrazola, Barrenetxea, Dueñas, Herbella, Saratxo, Miguelez, Leonardo, Revilla, Irusta o Uriarte.
El Siglo XXI comenzó para la Cultural de Durango de la peor manera
Los de Durango en las primeras temporadas del recién inaugurado siglo XXI, fueron perdiendo potencial realizando progresivamente cada vez peores clasificaciones. Dinámica que desembocó en el descenso en la 2002/03 a la División de Honor Regional.
Del octavo puesto de la 2000/01, se pasó al decimocuarto de la temporada siguiente y en la 2002/03 no pudieron cambiar la inercia negativa que traian y finalizaron decimoséptimos volviendo a las categorías regionales donde no competían desde el año 1982.
Por suerte tan solo estuvieron un año en el “infierno” quedando campeones de División de Honor y retornando por la vía rápida a la Tercera división. Categoría en la que solo permanecieron un año, ya que tras realizar una gran campaña en la 2003/04 en la que quedaron cuartos el equipo logró enlazar dos ascensos consecutivos, algo impensado viendo la trayectoria que traía el Club años atrás.
El ascenso se materializó tras deshacerse en semifinales del Valle de Egües y a pesar de perder la final ante el Universidad de Zaragoza al ser estos filial del Real Zaragoza y ya tener un equipo en 2ª B, los durangueses ocuparon la plaza de los maños retornando al bronce.
Pero la alegría duró poco y tras protagonizar un año complicado en el que finalizaron en decimoséptima posición con 41 puntos los de Durango dijeron adiós a una categoría a la que no retornarían hasta la 2018/19.
Fue una campaña difícil para el futbol vizcaíno en la que también descendieron Zalla y Portugalete, en un grupo en el que el Salamanca quedó campeón de liga. Con todo los blanquiazules llegaron con opciones de permanencia hasta la última jornada, pero los dirigidos por aquel entonces por Ricardo Txintxurreta perdieron en la última fecha 4 a 3 contra un Alaves B ya descendido y los resultados de sus predecesores en la tabla tampoco les acompañaron para lograr la machada. De esa temporada podemos acordarno de jugadores como Jon Conde, Pitu Barkero, Benja, Izurza, Maguregui o Iker Imatz.
Tras 12 años en Tercera llegó el ascenso a 2ª B para poder celebrar con honores el Centenario del Club
En el retorno a la Tercera división en la 2006/07 el equipo a pesar de partir entre los favoritos acabó en octava posición. De esa época podemos destacar la nota positiva que fue la remodelación de Tabira. Un lavado de cara más que necesario para un estadio que necesitaba una modernización en todas sus infraestructuras y que paso a ser de hierba artificial.
Las temporadas se fueron sucediendo con clasificaciones a la baja en la mayoría de las campañas. Así en la 2007/08 fueron decimoséptimos rozando el descenso y un año después decimosextos.
El Club buscaba reactivarse y volver a ser protagonistas en una categoría cada vez más compleja y se realizaron muchos esfuerzos logrando acometer una serie de incorporaciones que posibilitaron durante las siguientes campañas obtener unas clasificaciones más honrosas y acordes al potencial de los durangueses.
En la 2009/10 fueron séptimos y un año después acabaron cuartos disputando un play-off de ascenso donde fueron eliminados a las primeras de cambio por el Rayo Cantabria.
Pero la dinámica de los blanquiazules tras pasarlo francamente mal, se tornó en ganadora manteniendo durante las siguientes temporadas su protagonismo en la Tercera. Fueron séptimos en la 2011/12 y octavos en la 2012/13.
En las siguientes campañas dieron un pasito al frente promulgándose en los veranos previos a la competición siempre como candidatos a los puestos que dan derecho a las promociones de ascenso y salvo el borrón de la 2015/16 en la que finalizaron décimos así fue.
En cuarto puesto de la 2014/15, les dio derecho a alargar la temporada cayendo en cuartos de final frente al Deportivo de la Coruña B. La tercera posición de la 2016/17 se cerró con idéntico resultado. Ya con Igor Núñez en el banquillo los blanquiazules tampoco pudieron superar la primera ronda en la que se vieron emparejados con el Ecija Balompie.
Por fin en la 2017/18 tras realizar una temporada de record que culminaron con el primer puesto, lograron el ansiado salto de categoría a la Segunda División B. Tras el varapalo y jarro de agua fría que supuso el caer eliminados en la eliminatoria de campeones de grupo frente al Conquense, los durangarras se rehicieron y lograron eliminar al Alcala en la siguiente ronda para encarar una final por el ascenso frente al San Fernando de Maspalomas.
En el partido de ida se ganó por 0 a 1 y Tabira se vistió de azul y blanco para atacar un ascenso que no se podía escapar como así fue venciendo los de Nuñez por 2 a 0.
Algunos de los héroes del ascenso fueron Errasti, Jurgi, Jagoba, Aranda, Iparra, Varela, Egaña, Ekaitz, Pradera, Ekain y Javi Alonso.
En la temporada 2018/19 “la del Centenario” los de Durango compiten en el exigente Grupo II de Segunda División B con la ilusión, a pesar de ser una de las cenicientas de la categoría, de lograr la permanencia y así continuar escribiendo con letras de bronce una historia que ya rebasa los 100 años y esperemos que dure como mínimo otros 100.
En definitiva una historia en blanco y azul detras de este gran club que ingresa este año junto al Sporting de Lutxana de Barakaldo al selecto grupo de equipos vizcainos (14) que suman 100 años o más de existencia. Todo un logro del que sentirse orgullosos resumido en 7 temporadas en Segunda División B, 39 en Tercera División quedando campeón en tres ocasiones y el resto en distintas Categorias Regionales. También podemos destacar sus cinco participaciones en la Copa de Rey o Generalisimo, donde el mayor logro obtenido fue la cuarta ronda en la 1947-48.
Muchisimos son los futbolistas que ha defendido la camiseta de la Cultural de Durango entre los que destacan nombres como Ricardo Txintxurreta (134), Pedro Jose Garro (123) o Luis Mª Bereciartua (116) como los jugadores que mas veces lo han hecho en Segunda División B.
Podriamos relatar un sinfin más de estadisticas y numeros, pero nos quedamos con que la SCD de Durango 100 años despues de su creación continúa representando con orgullo a un pueblo y una comarca como es la del Duranguesado sin perder sus señas de identidad. Apoyados en una gran estructura de futbol base y posibilitando que l@s jovenes del entorno sigan practicando este deporte, defendiendo con orgullo y bravura la zamarra blanquiazul.
De momento estamos a la espera de la publicación de los actos de celebración de tan señalada fecha, los cuales les iremos relatando puntualmente desde Grada3. Felicidades Durango, Zorionak Cultural.