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100 recuerdos para 100 años: Manolo Mestre

Los gurús del fútbol actual hablan y no paran de las virtudes de los actuales zagueros en cuanto a su capacidad para sacar el balón jugado. Parece un invento del fútbol actual pero no es cierto. Hace más de 60 años, nuestro protagonista de hoy ya destacaba por su buen trato al balón, no reñido con la contundencia defensiva y el carácter aguerrido .

Coleccionista de récords

Ya desde sus inicios en varios clubs de la Safor, su buen pie para iniciar las jugadas de ataque llamó la atención de los técnicos valencianistas y con 20 años se incorporó al filial Mestalla. Su paso por el segundo equipo fue más bien breve y tras 5 meses debutó con el primer equipo. Serían 14 años de liderazgo, de carácter, de valencianismo en el más amplio sentido de la palabra. Fue batiendo récords uno tras otro y dejó algunos que durarían más de dos largas décadas.

Hombre de club

En la historia del Valencia, muchos jugadores han traspasado la barrera de los terrenos de juego y del mero recuerdo entre los aficionados. Este es el caso del central nacido en Oliva y cuyos servicios al club duraron más de 5 décadas. Pasó por los dos principales equipos de la entidad, por la secretaría técnica, por el banquillo siempre en situaciones difíciles y acudiendo en socorro del club. Todo ello sin dejar de ser esa persona afable, ese hombre de carácter y que vivía y llevaba el Valencia CF muy dentro.

Fiel a sus raíces

Hizo carrera en la capital pero en Oliva se le recordará siempre como aquel joven fornido y duro pero siempre atento a los suyos, siempre dispuesto a echar una mano  a sus allegados. Nunca dejó de lado a los que fueron sus amigos y vecinos de juventud, sus raíces más humildes.

Su corazón dejó de latir hace 10 años pero su recuerdo y su presencia permanecerán siempre entre las diferentes generaciones de valencianistas. Un recuerdo y una presencia que ha pasado de padres a hijos, de abuelos a nietos y a las que las hemerotecas nunca le serán suficientemente fieles.

Un hombre de carácter

Quienes lo vieron jugar con la zamarra che, cuentan y no paran de él y de su dotes de mando, su ascendencia sobre sus compañeros y su intimidación sobre los rivales. Un defensa de rompe y rasga al mismo tiempo que un zaguero moderno, un defensa que hacía llegar el balón al centro del campo en condiciones óptimas. Capaz de las broncas más encendidas y del apoyo más firme a sus compañeros, siempre fue un referente dentro y fuera del vestuario, un líder para sus compañeros y una figura admirable para sus aficionados.

@VicentSarrion

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