Buen fin de semana para los dos referentes de Asturias en el mundo del fútbol. No ha sido, perfecto, eso sí, pero el punto cosechado por el Sporting en el Carlos Belmonte deja buen sabor de boca, al menos en lo futbolístico. Los de Jose Alberto dieron una imagen sensacional de nuevo en un campo dificilísimo, pero no pudieron evitar la injusticia. Un empate trabajado, sufrido y muy disputado que llegó cuando más duele: en el tramo final del encuentro y en fuera de juego. El gol de Zozulia deja al Sporting sin un triunfo que sí saboreó el Oviedo en el Tartiere. Los azules volvieron a ganar para confirmar su buen arranque de año. El equipo de Juan Antonio Anquela fue muy práctico. Supo qué hacer en cada momento, se adelantó y defendió bien. Como se suele decir, ‘en la rula no preguntan, apuntan’. Pues eso, tres puntos. Nada más que objetar.
Bárcenas dispara al Oviedo
- Una lectura de dos partes. El Oviedo salió al césped con las ideas muy claras. Sabía lo que tenía que hacer para evitar que el Tenerife no se sintiese cómodo en ninguna fase del encuentro. Los azules quisieron ser protagonistas con el balón desde el inicio. Lo movieron bien, con criterio, siendo verticales y creando ocasiones hasta que pasados los 20 de partido llegó el premio. A partir de entonces arrancó un nuevo encuentro. Los de Juan Antonio Anquela se pusieron el mono de trabajo. El de correr, apretar y pelear hasta el último minuto. Fue entonces cuando los tinerfeños dieron un paso adelante, pero los azules les impidieron dar el segundo en cada acción ofensiva en contra. Al final, lo que gusta. Tres puntos y a pensar en el siguiente.
- Bárcenas dejó un golazo. La había tenido en una falta desde la frontal que estrelló en la barrera, y a la segunda no perdonó. El Tenerife despejó un balón que Folch repelió en la zona de tres cuartos y envió a los pies de Yoel Bárcenas. El panameño dejó el balón botar, lo amoldó con el pecho, miro hacia la portería y puso la pelota en la escuadra. Nada pudo hacer el meta visitante ante semejante trallazo. Un gol que vale un nuevo triunfo. Un tanto muy celebrado por el Tartiere que acerca al Oviedo al objetivo del playoff.
- Un calvario en forma de lesiones. Poco antes de que empezase el partido saltaba la noticia. Viti, que iba a jugar de mano, no pudo saltar al césped por lesión. Su lugar lo ocupó Omar Ramos. Una situación que no es nueva. Porque resulta curioso que hace dos jornadas, la situación se vivió al revés. Una lesión de Omar en el calentamiento obligó al canterano a ocupar su sitio en el once. Eso sí, en esta ocasión, el sustituto también tuvo mala fortuna. Porque pasada la media hora de encuentro, el ‘7‘ carbayón volvía a lesionarse y se veía obligado a abandonar el césped. Fueron, sin duda, las malas noticias del encuentro.
- El Oviedo ve la luz más cerca. El 2019 parece haber regalado tranquilidad y alegría al Oviedo. La mala racha con la que finalizó 2018 ha dado paso a dos victorias consecutivas en este arranque de 2019. Y si hace apenas tres semanas se veía el play-off a kilómetros, hoy ya se visualiza desde mucho más cerca. Porque así es la Segunda División. Una categoría donde dos triunfos consecutivos te ponen al alza y dos derrotas te hunden hacia el pozo. Los azules parecen haber tomado el buen camino. El deseo, que la racha continúe.
Cruel castigo en fuera de juego
- La ambición no se negocia independientemente del sistema: José Alberto López volvió al sistema con tres mediocentros que utilizó en Copa y sus primeros partidos. Prescindió de los dos puntas y el equipo se le vio más cómodo. Dominó, no siempre a través de la posesión, con holgura en la primera parte y logró adelantarse en el marcador con un gran gol. En la segunda, con el Albacete más lanzado, le tocó sufrir, pero con un sistema híbrido de 4-2-3-1 estuvo muy cerca de lograr vencer donde nadie lo ha hecho esta temporada como visitante
- Gol ilegal para ‘birlar’ dos puntos: Porque si algo privó al Sporting de vencer fue un gol ilegal. Un fuera de juego de Roman Zozulia que el asistente, mal colocado, no apreció. Cierto que en la segunda parte el Albacete hizo méritos suficientes para lograr el empate, pero lo logró de forma inválida y cuando más dolía. Aunque Ramis ironizó en la rueda de prensa posterior al encuentro sobre las quejas de Jose Alberto López por el arbitraje, la cuestión no es baladí. Durante la semana la campaña de toda la afición y medios de comunicación manchegos fue de subir la temperatura del partido con la designación arbitral de Milla Alvendiz. Ya saben lo que dice el refrán, el que no llora no mama y aquí parece que surtió un gran efecto.
- Djurdjevic, para lo bueno y lo malo: El serbio está empezando a dejar muestras, muy poco a poco, de la razón de su fichaje. Logró un golazo y pudo lograr otro con un nuevo remate de chilena que se le fue por poco. Se volvió a fajar en trabajo y presión y desquició, como única referencia en punta, a los centrales manchegos. Pero también falló un gol que un delantero en esta categoría no debería errar. Fue en un mano a mano con Tomeu Nadal en la que el guardameta se venció a un lado y no pudo superarle. Como ocurriese hace una semana, el serbio volvió a fallar un gol, al menos en apariencia, sencillo.
- Misma distancia, una jornada menos: El Sporting termina la primera vuelta a ocho puntos del play-off tras el empate, aunque con muchos equipos por el medio. Es la misma distancia que la pasada jornada. Toca arrebato para intentar alzar el vuelo en la segunda e intentar llegar al play-off para pelear por el objetivo del ascenso. Con este estilo de juego, es, cuanto menos, posible.