Después de un mes sin jugar en el Reino de León, la Cultural volvía a estar junto a su afición -partido que, por cierto, se disputó gracias a unos valientes que fueron por la mañana a limpiar el césped de nieve- y lo haría de la mejor manera posible, con una victoria.
Tarde soleada pero fría; aunque el viento no importaba. Había ganas de ver a esta Cultural de Aira que ya lo había hecho bien frente al Rápido de Bouzas. Sin embargo, el primer tiempo pasó sin pena ni gloria ya que no conseguimos tirar entre los tres palos.
«Así no vamos a llegar a ningún lado» decía yo en el descanso; pero Aridane decidió sí íbamos a algún lado. Tras una jugada por la banda derecha, el punta canario anotaría el primero. Por fin volvíamos a celebrar un gol en el Reino; por fin podíamos soltar ese grito de rabia que te sale de dentro cuando tu equipo marca.
El fondo que piso cada 15 días, volvería a rugir más que nunca; y con esta gente volvería a celebrar una victoria que certificaba el mismo Aridane con otro gol.
La segunda parte fue muy buena; salvo los últimos diez minutos, el equipo estuvo muy bien. Yeray y Sergio Marcos dominando en el medio; tanto Iván como Bernal estuvieron muy bien a la hora de cortar balones; Saúl participó en los goles y Viti también estuvo bastante correcto; tanto Ortiz como Zelu -cuyos centros llevaban veneno- daban mucha profundidad al equipo y, sobre todo desborde; y Aridane, doblete y gran partido ayudando al equipo bajando balones, presionando, ofreciéndose, etc.
Y sobre todo, lo más importante, equipo y afición vuelven a ser uno; la implicación de los jugadores provoca que la afición se vuelque, y eso es lo que pasó ayer.