La Real Sociedad incapaz de superar el muro de la S.D. Huesca

La Real Sociedad y la S.D. Huesca han finalizado su enfrentamiento con un empate sin goles en Anoeta. El cuadro guipuzcoano dominó la posesión durante el partido, pero sin generar gran peligro en el área visitante. Por su parte la escuadra aragonesa se mantuvo firme en defensa durante los 90 minutos sin dar ninguna opción a su rival, teniendo a la contra las dos ocasiones más claras pero sin acierto de cara al gol. Un punto para cada equipo que no solventa ninguna de las pretensiones con las que llegaban a la disputa del choque.

Echó a rodar el balón en un día donde el viento y el agua eran protagonistas en San Sebastián. Los locales comenzaban con el dominio de la pelota mientras los oscenses presionaban para dificultar el ataque realista. Primeros minutos sin ocasiones claras y con acercamientos tímidos en ambas áreas. El conjunto txuri-urdin mantenía la posesión pero sin encontrar profundidad ante un Huesca bien sentado en defensa que trataba de generar peligro a la contra.

Sería una vez llegado al primer cuarto de hora cuando un al despeje de la zaga donostiarra, lo aprovechaba Yangel Herrera para soltar un latigazo que terminaba golpeando en el palo derecho de Rulli, provocando el temor en la grada. Poco después respondían los vascos, primero con un disparo cruzado de Sandro que se marchaba desviado, y posteriormente un chut lejano de Mikel Merino que relamía la base del poste. En el minuto 24 un intento de escapada a la contra de Cucho Hernández acababa mitigado sin problemas por la zaga local.

El encuentro entraba los últimos 15 minutos con la misma dinámica desde que comenzó. Los hombres de Imanol Alguacil movían el balón pero sin eficiencia ante la disciplinada defensa altoaragonesa. En el minuto 36 de nuevo Merino remataba alto el esférico tras botar un saque de esquina. Contestaban los azulgranas 4 minutos más tarde con una gran asistencia de Enric Gallego a Cucho que disparaba cruzado en el área pequeña, haciendo intervenir con una gran estirada al guardameta blanquiazul. Se llegaba así a la finalización de la primera mitad en un enfrentamiento donde mandaban los locales, pero las oportunidades más peligrosas llegaron de botas visitantes.

Regresaban los jugadores de vestuarios sin ningún cambio en las formaciones y con el mismo guión con que concluían los primeros 45 minutos. Estiraba la presión la S.D. Huesca con la intención de tocar más la pelota, incomodando a su rival que no encontraba soluciones. En el minuto 57 el atacante Sandro lo intentaba desde una posición muy escorada y Santamaría detenía sin problemas. Se alcanzaba el primer tercio de minutos y la contienda comenzaba a coger mucho más ritmo y entretenimiento para los aficionados. El entrenador local movía su banquillo dando entrada a Januzaj, y hacía lo propio Francisco introduciendo a Musto para reforzar la medular.

En el minuto 71 un centro desde banda derecha de Cucho Hernández se le resbalaba de las manos al cancerbero pero ningún compañero llegó a rematar en boca de gol. La Real Sociedad apretaba ejerciendo mayor movilidad a su juego en busca del tanto. Las líneas oscenses se desorganizaban ante el asedio donostiarra pero sobrevivían sin apuros a sus acometidas. Se entraba así en los últimos 10 minutos de partido manteniendo el empate sin goles en Anoeta. Imanol retiraba a su goleador Willian José que no pudo disfrutar de ningún intento claro en sustitución de Juanmi, y en el cuadro visitante entraba al césped Chimy Ávila.

Minuto 87 y la escuadra txuri-urdin continuaba golpeándose frente al muro aragonés. Se agotaron los cambios con Sangalli y Ferreiro en el terreno de juego. 3 minutos de añadido señalaba el colegiado Prieto Iglesias para la conclusión del encuentro y parecía que todo iba a terminar así. El luminoso no se movía, los locales lo intentaban pero sin éxito y los altoaragoneses bien plantados repelían cualquier ocasión que se acercara a las proximidades de su área. Ya no daría tiempo para más, 0-0, empate sin goles, y un punto para cada equipo que no servía para ninguna de sus aspiraciones. Los realistas veían frenada su racha que los hacía acercarse a puestos europeos, mientras que los oscenses siguen lejos de la salvación que, semana a semana, se complica más.