Rosales deja al Villarreal sin la victoria

Tras los octavos de Copa del Rey en los que se enfrentaron a principios de enero, Villarreal y Espanyol protagonizaban un nuevo episodio que suponía mucho más que 3 puntos a conseguir. Ambos equipos llegaban en horas bajas al encuentro, y solamente 6 puntos los separaban en la tabla. Cierto es que el ‘Submarino’ era quien más problemas albergaba, aunque la vuelta de Calleja al banquillo ‘groguet’ era un aliciente tremendo para acercarse a la salvación. Sin embargo, al Espanyol le urgía la victoria pues estaba a 1 punto del descenso.

Superioridad ‘grogueta’

Los primeros compases del partido se desenvolvieron con absoluta igualdad. Salvo una oportunidad de Gerard Moreno tras jugada ensayada de córner, no hubo ninguna jugada de peligro en ninguna de las dos porterías. De hecho, el partido transcurría en el centro del campo con Darder y Cazorla como los hombres más importantes de cada conjunto.

Los locales optaban, mediante defensa de 5, por balones al espacio y transiciones muy rápidas a la contra. Y surtía efecto cuando, por banda, recibía Toko Ekambi, quien explotaba a la perfección su cambio de ritmo. En una de tantas a punto estuvo de marcar Gerard Moreno con un pase atrás de Ekambi al llegar a línea de fondo. El Villarreal estaba mucho mejor plantado sobre el terreno de juego. Sabían a qué jugaban y lo reflejaban con multitud de llegadas que, aunque no eran peligro inmediato de gol para los pericos, si que acechaban el área de Diego López.

La superioridad amarilla se palpaba a partir del juego, pero en el minuto 37 se convirtió en realidad. Iborra materializaba un rechace dentro del área tras un precioso centro lateral de Cazorla. 1-0, y el Espanyol que aún no comparecía en el encuentro. Incluso Gerard Moreno -un partido más fallón de cara a gol- pudo haber ampliado la ventaja si no fuese por su precipitación al chutar. El Villarreal dominaba el encuentro y Cazorla se erigía en amo y señor de la pelota.

Empate sorpresa ‘perico’

La primera parte del Espanyol fue desastrosa a todos los niveles. Sin embargo, comenzaba la segunda con un cambio muy significativo. Melendo entraba en juego y el juego era más incesante y vertical. Mejoraba notablemente el conjunto perico pero, a pesar de ello, el Villarreal no cesaba en su empeño por buscar la espalda de los zagueros visitantes. Pedraza golpeaba el poste en una contra en solitario ante la pasividad de la defensa rival. Los visitantes eran muy débiles en defensa, aunque en ataque siempre contaban con el peligro que comportaba la presencia de Borja Iglesias.

Las contras locales eran un castigo enorme para el Espanyol. Ekambi aprovechaba su velocidad para poner en apuros a los centrales espanyolistas. En una de éstas, Ekambi recortaba a Hermoso, quien cometía penalti tras agarrarlo de la camiseta. Cazorla lo convertía y subía el 2-0 al marcador, completando su excelso partido. El Villarreal estaba completando los mejores 60 minutos de la temporada en el regreso de Calleja al banquillo. No era casualidad.

El Villarreal aguantaba bien los intentos del Espanyol por construir y crear peligro. De hecho, el partido defensivo de los locales estaba siendo perfecto. Hasta que, en el intento por despejar un rechace, Bonera se introducía el balón en su propia portería. Dos errores graves primero de Asenjo al no blocar, y luego de Bonera al no despejar, metían de lleno al Espanyol en el partido.

Reparto de puntos

El auto-gol de Bonera despertó a los de Rubi. Se aproximaba cada vez más el Espanyol y fue Rosales quien puso el empate en el marcador. Un auténtico trallazo teledirigido a la escuadra de Asenjo. Precioso gol de Rosales que tiene por zurda un auténtico cañón. El Espanyol empataba un partido que tenía perdido 5 minutos antes, y lo hacía sin merecerlo.

Las tablas en el marcador sentaron como un jarro de agua fría para los jugadores amarillos. Sin embargo, Bacca y Chukwueze ponían velocidad al juego, y Cazorla la inteligencia. Ambos equipos insistían en sus ataques y creaban tímido peligro que no se transformaba en ocasiones. El partido finalizaba con un empate por 2-2 quizás inmerecido para el Espanyol, que fue intrascendente hasta el inoportuno gol de Bonera.