El objetivo, el de todos los años: verse el próximo año en la máxima categoría del fútbol español. El entrenador era el mismo que había sembrado la ilusión en el levantinismo, sacado al equipo de lo más profundo de la tabla la campaña anterior y con un esquema novedoso que estaba dando sus resultados de manera satisfactoria. Asimismo, las incorporaciones fueron numerosas. Los fichajes más caros en su historia tras la venta por 30 millones de Jefferson Lerma, que voló hacia Bournemouth.
Sin embargo, tras un inicio de liga más cercano a las posiciones europeas, una serie de acontecimientos han ido empañando el día a día del equipo, y los resultados se han ido estropeando, hasta el punto de encontrarse 14º en la clasificación – que no es mala posición -, pero solo 4 puntos por encima del descenso, habiendo logrado 6 de los últimos 27 puntos y siendo el equipo más goleado de toda la Primera División.
El ‘caso Jason’
El caso del extremo gallego ha explotado. Tras mucho tiempo sin renovar (unos que ofrecían poco, otros que querían mucho…), Jason ha decidido marcharse a coste cero una vez finalice su contrato con el conjunto ‘granota’ el próximo 30 de Junio. Por tanto, se desvinculará de la entidad levantinista a final de la presente campaña.
No obstante, no es esto lo que más molesta a los aficionados. Lo que peor ha sentado es que, además de no dejar nada en las arcas del club, el futbolista haya decidido firmar su nuevo contrato con el máximo rival, el Valencia. Además, dentro del club, se toma como una acción de venganza, sabiendo el jugador que iba a sentar peor que si se marchaba a otro club.
Toño detenido
Solo unos días después de que saliera la información de que Jason abandonaba el club y se marchaba al otro equipo de la ciudad de Valencia, el club ‘granota’ reaccionó de una manera rápida anunciando la renovación de otro jugador que finalizaba contrato y su continuidad estaba todavía en el aire. El Levante lo anunció en redes sociales con un vídeo del jugador anunciando que se quedaba «en casa».
Lo que no sabía el Levante es que, en pocos días, iba a haber un giro de 180º en la situación. El pasado 8 de Febrero, Toño era detenido por la policía, quien encontraba indicios de un gran número de delitos como pertenencia a grupo u organización criminal, extorsión y amenazas graves de muerte, entre otros. Una situación nada fácil de llevar para sus compañeros y cuerpo técnico, que seguro lo están notando tanto dentro como fuera de los terrenos de juego, ya que es una situación nada fácil de asimilar. De esta manera, es mucho más difícil centrarse únicamente en lo deportivo.
Venta de Boateng
Por si fuera poco lo extradeportivo, el club ha sufrido una baja también en lo futbolístico. El delantero ghanés, de 22 años, Emmanuel Boateng, se marcha a la Liga China en una operación que dejará 11 millones de euros en las arcas del club. Un traspaso, sin duda, buena en el apartado financiero, pues el delantero llegó la campaña pasada por una cifra algo inferior a 3 millones.
La duda de la venta la siembra el momento de la temporada. En Febrero, sin tiempo para fichar otro ‘9’ que pueda suplir a Boateng, la delantera se queda coja con un Mayoral que no arranca, Morales que lleva varias jornadas a un bajo nivel y Raphael Dwamena, que cuenta con escasas apariciones debido a su ínfimo nivel demostrado hasta la fecha.
Un cúmulo de sucesos que ha provocado que el Levante esté más centrado en los apartados extradeportivos que en el propio fútbol, y eso está condicionando sobremanera los resultados dentro de la cancha, hasta encontrarse cerca de los puestos de descenso y sin mostrar mínimos atisbos de recuperación, ni deportiva, ni institucional.