Tras la final de Copa del Rey más polémica de la historia del baloncesto español, Felipe Reyes y Facundo Campazzo volcaron su frustración contra el trío arbitral al término del partido a base de insultos por lo que consideraban que había sido un robo. Los colegiados retiraron las fichas de ambos jugadores, y abrieron un expediente disciplinario que podría acabar en sanción.
El juez único ya ha estudiado el caso y ha decretado sentencia. Viendo el abanico de posibilidades, desde una multa económica a ser sancionados con partidos de ACB, el incidente se ha resuelto con una multa de 1000 euros a cada jugador. Esto permite a Felipe Reyes y a Facundo Campazzo el poder vestirse de corto en la próxima jornada de la liga nacional, que la disputarán el domingo tres de marzo ante MoraBanc Andorra en el M.I. Govern Andorra.
El trío arbitral recogió en el apartado de incidencias del acta de la final de Copa del Rey los siguientes improperios de Felipe Reyes y Facundo Campazzo:
«El jugador número 7 del equipo A, Campazzo, se ha dirigido al árbitro principal (Juan Carlos García González) en los siguiente términos: ‘Ladrón, ladrón, ladrón’. Igualmente, el jugador número 9 del equipo A, Reyes, se dirige al equipo arbitral en los siguientes términos: ‘Esto es una puta vergüenza, un puto robo’. Por ese motivo se ha tomado la decisión de retirar ambas licencias».