Herbalife Gran Canaria está firmando una de las peores temporadas de su historia. Tras lograr la clasificación la temporada pasada para la Euroliga, el equipo insular coqueta con los puestos de descenso en la ACB y no está al nivel de la máxima competición europea y pelea por no ser el último clasificado. Para revertir esta situación negativa, los canarios han recurridos al mercado.
La apuesta de Herbalife Gran Canaria ha sido la de Jacob Wiley. El estadounidense ha firmado en su paso por las categorías unos números sensacionales. Tras vagar por diferentes universidades, recaló en Eastern Washington, donde más brilló como jugador. 20.2 puntos, 9.8 rebotes y 2.8 tapones para opositar seriamente a ser un jugador importante en la NBA.
La oportunidad de jugar en la NBA no le llegaría a Jacob Wiley, al menos de primeras. No fue seleccionado en ninguna ronda del draft de 2017, pero Brooklyn Nets acabaría haciéndose con sus servicios para que se fogueara y creciera como jugador en el Long Island Nets, el equipo de la D-League de la franquicia de Nueva York. Sólo cinco partidos jugaría en la mejor liga de baloncesto del mundo.
Tras fracasar en Estados Unidos, vino a Europa a probar fortuna en un equipo europeo que le ayudara a crecer, tal y cómo han hecho compatriotas suyos como Anthony Randolph o Chris Singleton. Recaló en marzo de 2018 en el MHP Riesen Ludwigsburg, y al terminar la temporada se fue a la liga australiana, al Adelaia 36ers, donde ha promediado 12.2 puntos y 4.9 rebotes.
Llega ahora a la ACB, la mejor liga nacional de baloncesto de Europa, para defender la camiseta de Herbalife Gran Canaria, y poder hacer crecer su cartel como jugador. Su gran envergadura a pesar de medir solamente 2.02 metros y su gran capacidad atlética, al servicio del equipo insular.