Empate en el duelo isleño
Los bermellones vuelven a dejar escapar puntos en sus salidas
Como un volcán, el Tenerife salía en modo erupción ante un Mallorca que quería frenar el paso de la lava chicharrera. Los locales intentaban asentar un golpe temprano, pero los bernellones bien ordenados lo impedían y además salían bien apoyados en Budimir, que lo hacía casi todo con criterio. En una de esas jugadas llegaría el primer gol en el Heliodoro. Un balón recuperado por Sastre servía para que el balcánico sirviese un balón a Lago, este cedía a Estupiñán y de disparo raso cruzado batía a Dani Hernández.
0-1 y los fantasmas sobrevolaban la isla volcánica. Su propia lava se volvía contra ellos mismos. Con el paso de los minutos, los de un cuestionado José Luis Oltra, no perdían la cara al partido. Con Borja Lasso dirigiendo el ataque, apretaban a un Mallorca muy serio en defensa, como casi siempre. Los tinerfeños lo intentaban y Malbasic tenía la única ocasión clara. Un pase interior lo aprovechaba para plantarse ante Manolo Reina. El portero de Villanueva del Trabuco achicaba bien y Sastre remataba la faena mandando lejos el balón.
Aunque lo intentaba el Tenerife, los del mediterráneo también lo intentaban. Aridai desaprovechaba un mano a mano, que rechazaba Dani Hernández, salvando a los suyos de una sonora pitada de camino a vestuarios.
Aunque en el final del primer acto el portero venezolano resbalaba y dejaba el balón a placer para Budimir. El balcánico con tal regalo no la iba a desaprovechar. Un error de bulto que suponía el 0-2 para el Mallorca. El estadio tinerfeño entraba en cólera. Malbasic, de lo poco rescatable en los locales, mandaba un balón al travesaño. Tras el amago del 1-2, llegaba la intentona del 0-3. Una jugada entre Dani Rodríguez y Budimir acababa con una gran parada del meta del Tenerife. Pierna estirada y a intentar dar vida a los suyos.
Con esta nueva oportunidad, aparecía Borja Lasso junto con Malbasic para intentar recortar distancias. En una de esas jugadas, el serbio se deshacía de Sastre y hacía lucirse a Reina. Tras esta, Lasso la tenía de cabeza, pero la mandaba lejos de la meta bermellona. La lava tinerfeña intentaba avanzar con ganas, pero el portero balear la iba frenando. También lo intentaba Uros Racic, pero volvía a aparecer el ángel bermellón.
A pesar de sus dos milagros anteriores, alguna, por méritos propios los locales recortaban mediante Racic, que a la segunda si que mandaba el balón a la red. Los minutos de dominio fructificaban. Moreno observaba la sangría y el peligro. Entraba Baba por Marc Pedraza para ordenar el centro del campo. A partir del 1-2, entraba en juego el infrafútbol, el de los listos. Los bermellones querían que el tiempo transcurriera sin que el balón estuviese en movimiento. En una de esas acciones,Estupiñán vería la segunda amarilla y se iba a los vestuarios antes de tiempo. Con esto se iba a calentar el partido. Con el calor del volcán, llegaba Tyronne para dejar sellado el empate.
Al Mallorca se le vuelven a escapar puntos fuera y el Tenerife coge una bomba de oxígeno con este empate in-extremis