El Castellón salva un punto en el descuento
El conjunto blanquinegro consiguió empatar en dos ocasiones un partido en el que estuvo mejor que el Cornellà, pero en el que siempre fue a remolque en el marcador
El partido en Cornellà empezó tras el descanso. Tras un primer tiempo improductivo se acabó viviendo un partido trepidante. Cuatro goles, y con cada uno de ellos un cambio de escenario. Un penalti dudoso acabó brindando el empate al Castellón en el tiempo añadido. El conjunto visitante dominó más el juego pero no las áreas. Por su parte, el Cornellà se mostró sólido pero impreciso con el balón; menos en el área, dónde demostró una gran eficacia. Eso le permitió adelantarse dos veces en el marcador pero se encontró siempre con la respuesta castellonense. El conjunto local no mostró la seguridad que acostumbra cuando se trata de cerrar un partido en el que lleva ventaja.
El encuentro vivió un proceso de maduración. Llevó tiempo que ambos equipos encontraran la vía para hacer daño a su rival. El Cornellà fue paciente. No suele tener ansiedad por buscar la portería rival, sabe buscar la situación propicia para concretar y lo hizo. El Castellón encontró el camino el gol en el repliegue del rival. Fue cuando los locales dieron un pase atrás para de guardar el resultado que los castellonenses fueron capaces de dotar de efectividad a su plan de partido de cierto control.
Los visitantes dieron una imagen más clara de lo que querían proponer desde un inicio. Ambos equipos ofrecieron una alta intensidad y esquemas compactos pero los blanquinegros, desde un inicio mostraron más presencia en campo contrario. Sin embargo, las llegadas no se concretaron en disparos. La dupla César–Cubillas generó problemas a los tres zagueros locales, pero les faltó remate. Los de casa no conseguían encontrar a sus delanteros, perdidos entre defensas y centrocampistas castellonenses.
Pero la situación adecuada llegó. En transición Agus Medina dobló a Esteve para recibir el balón y centrar para un Eloy Gila que se mantuvo en el aire y sacó un gran remate. Obligó a Campos, cuyo rechace le cayó de nuevo a Esteve que encontró el hueco entre una nube de piernas para adelantar a los suyos. El Castellón subió una marcha y el Cornellà retrocedió unos metros y trató de enfriar el encuentro. En una jugada de lado a lado, Muguruza acabó consiguiendo el hueco para poner un centro medido a la cabeza de César y igualar la contienda.
Con la igualada, la sensación era de final de partido. La duda de si el Cornellà era capaz de aguantar la ventaja ya había quedado despejada. Pero quedaban veinte minutos. El conjunto verde volvió a jugar a por la victoria. El equipo entrenado por Óscar Cano no bajó el pie del acelerador y siguió en su línea. Pero los visitantes concedieron un desajuste que aprovecharon de nuevo sus rivales. Embolsó un balón largo Manucho y entregó de cara para Agus que encontró en la frontal a un Leo Ramírez pletórico. El canario le pegó seco al balón para ponerlo raso a la cepa del palo izquierdo de la meta de Campos.
El partido, que desprendía aroma de definitivamente decidido, aún tuvo un último capítulo. En el segundo minuto de los tres de descuento que concedió el colegiado el Castellón colgó una falta desde el centro del campo y encontró premio. Un brazo elevado de David Goldar en el salto fue determinante para que el árbitro señalara la pena máxima. Convirtió Muguruza por la derecha de un Ramón que acertó el lado. El desenlace dejó a los de casa «tocados» y «enfadados» y a los de fuera «debería servir para elevar el ánimo», según Cano.
Tras una hora de juego táctico, el partido ofreció media de locura y, sobretodo, gol por la efectividad de ambos conjuntos. Pocas ocasiones necesitaron los dos equipos para encontrar el tanto cuando lo necesitaron. La necesidad de empatar fue lo último que prevaleció.