Oviedo y Sporting siguen sin ponerse de acuerdo a la hora de ganar. Si la pasada semana les tocaba sonreír a los carbayones, en esta lo hacen los rojiblancos. Porque el cuadro que dirige José Alberto volvió a ganar. Lo hizo después de tres derrotas consecutivas. En un campo complicado como Soria, ante un rival de prestigio en la categoría y, sobre todo, en un momento clave. Porque el equipo necesitaba esos tres puntos que den confianza y reanimen a todos sus futbolistas. Una victoria que se le escapó al Oviedo en el descuento. Los azules fueron mejores que el Lugo, sobre todo en la primera mitad, pero vieron como se escapaban dos puntos en el descuento. El gol de Miguel Vieira deja el play-off a tres de diferencia. Un bache que no desvía el buen camino de los oviedistas en este 2019.
Un dèja vú en forma de balón parado
- Primer pinchazo en casa del año. El Oviedo estaba contando, desde el comienzo de 2019, sus partidos por victorias en el Carlos Tartiere. Los azules siempre habían doblegado a sus rivales en casa en el nuevo año, hasta el día de ayer. El Lugo fue el primero en ‘rascar’ en el coliseo azul. Y lo hizo a balón parado. Otra vez la estrategia condenó a un Oviedo que perdió dos puntos. Además, al igual que en otros encuentros a lo largo de la temporada, el tanto rival llegó cuando más duele, en el tiempo de descuento. Miguel Vieira evitó un nuevo triunfo azul y brindó un punto de oro para el Lugo.
- El Oviedo, superior en la primera mitad. Los azules fueron de más a menos en el partido. A un sensacional primer acto se unió una floja segunda parte. Pero vayamos por partes. El Oviedo fue superior al Lugo desde el principio. Con balón y sin él. Con el esférico controlado, los carbayones enlazaron buenas jugadas y dispusieron de varias ocasiones para aumentar su renta antes del descanso. El gol de Tejera pareció un premio escaso cuando ambos equipos enlazaron el camino a vestuarios. Eso sí, todo cambió en la segunda mitad. Ya no se vió a un Oviedo tan dominador con el balón, algo que aprovechó el Lugo para estirarse y comenzar a retrasar las líneas de los asturianos. Al final, y a balón parado, los gallegos se fueron con un premio en forma de punto.
- Tejera vale oro cerca del área. La importancia de Tejera en este equipo tiene un valor incalculable. Ayer tuvo una nueva pareja en el centro del campo. Con Folch sancionado, Javi Muñoz le acompañó. Entre los dos movieron al equipo a su antojo durante la primera parte. Y al igual que en el duelo frente al Alcorcón, el mediocentro vio puerta en su primer intento. Esta vez fue desde la frontal, con una volea que golpeó en un zaguero visitante y se introdujo en el fondo de las mallas rivales. Tejera sigue confirmando que es indiscutible por muchas cosas.
- El play-off se aleja dos puntos. El empate del Lugo en el tiempo de descuento deja al Oviedo a tres puntos de la zona noble de la tabla. La victoria del Cádiz ante el Albacete aupó a los gaditanos a la sexta plaza. Posición que el Oviedo sigue de cerca, aunque como hemos dicho, se ha alejado un poco. Ahora, los azules solo buscan volver al buen camino y poder seguir peleando esas posiciones de privilegio, las cuales esperan ocupar a final de temporada.
Un poco de ‘Alegría’
- Dinámica rota: Con la victoria en Soria, el Sporting rompe su mala dinámica de tres derrotas consecutivas. No logró la victoria en un partido brillante, pero en el que fue muy práctico. José Alberto ‘mutó’ el equipo hacia el 4-4-2 con Djurdjevic y Alegría en punta. Una doble referencia de envergadura y trabajo capaz de amargar mañanas o tardes a las defensas rivales. El Sporting apostó, más que nunca, por un juego muy directo. Bien en transiciones veloces o con balones en largo a los puntas. Escasa o nula creación en un centro del campo hecho para que el rival tuviese las mayores dificultades del mundo por esa zona, algo básico para anular a un conjunto como el Numancia. Un plan trazado durante la semana y que, al menos en el resultado, salió bien.
- Álex Alegría empieza a justificar su fichaje: En la victoria tuvo mucho que ver Álex Alegría. El delantero cacereño dio sobradas muestras de lo que un delantero de sus características puede aportar. En el primer gol convierte un saque de banda en una ocasión de gol que termina en el 0-1 a los cuarenta segundos. Y en el segundo, cierto que con una importante dosis de fortuna, logró su segundo tanto con la elástica rojiblanca con un centro-chut imparable para un ex-oviedista como Juan Carlos Sánchez. Pero el extremeño dio, además, un clínic de como debe jugar un delantero referencia. Su juego de espaldas y capacidad para recibir balones en largo le daban la vida al equipo. Hasta el punto de que el Sporting notó, y mucho, su ausencia cuando debió abandonar el terreno de juego con molestias.
- Mayor seguridad defensiva: Otra de las claves de la victoria fue recuperar cierta solidez defensiva a pesar del error en cadena, Mariño incluido, del gol numantino. Sobre todo evidenció una notoria mejoría a balón parado. El Numancia botó más de docena de acciones a balón parado, bien en faltas laterales o desde la esquina con especialistas como Gus Ledes u Oyarzun. En todas ellas la defensa gijonesa se impuso, no dando opción a los sorianos. Algo que repitieron en ataque estático, donde al Numancia le costó mucho encontrar espacios. Paradójicamente, donde más sufrió fue en los últimos minutos con envíos en largo o frontales, que sí causaron más dificultad, aunque sin acabar en ocasiones de peligro.
- Quedan trece ligas: El Sporting abre a doce la brecha con el descenso y se mantiene a once del play-off. Está en la llamada tierra de nadie, pero con una victoria en la primera de las catorce ligas de un partido a las que aludió José Alberto el pasado viernes en rueda de prensa. Quedan otras trece para que el club acabe una temporada decepcionante de la forma más digna posible.