Hasta en 42 ocasiones se han enfrentado Real Valladolid y Real Madrid en Primera División. Grandes victorias, tristes derrotas o remontadas como la que culminó Ronaldo marcando el gol de la victoria para los madridistas en la 03-04. Pero hubo un duelo que entraría en la historia de la Liga. Real Madrid y Real Sociedad se jugaban el título en la última jornada. Dos escenarios: el viejo Zorrilla donde se enfrentaban Real Valladolid y Real Madrid; y El Molinón, donde se enfrentaban Sporting y Real Sociedad. Ya la temporada anterior ambos se disputaron el título que se resolvió en la penúltima jornada a favor de los blancos gracias a la derrota, la única en toda la temporada, de los donostiarras en Sevilla.
Se celebraba esa temporada el 50º aniversario de la Liga y el desenlace estuvo a la altura de la efeméride. Un desenlace con unos protagonistas totalmente inesperados por tal y como se desarrolló aquella temporada. Desde un principio parecía que el título caería del lado del Atlético de Madrid. En la jornada 27 parecía quedar sentenciado definitivamente. Un solitario tanto de Marcos Alonso servía para derrotar al FC Barcelona y colocar 4 puntos entre ambos. La Real Sociedad, que esa jornada derrotaba al Real Madrid por 3-1, quedaba a 6 y los blancos quedaban a 8 puntos y con el gol average perdido con los donostiarras algo que sería decisivo. Sorprendentemente los colchoneros, dirigidos por García Traid que 3 temporadas después entrenaría al Valladolid,solo sumarían 3 empates hasta el final de temporada. El Barcelona, afectado por el secuestro de Quini, tampoco levantaría cabeza. Así, en la jornada 30 los colchoneros caían en casa frente al RealZaragoza y cedían el liderato a la Real Sociedad aventajando en un punto al Real Madrid. Y así se llegó a la última jornada.
Aquel 26 de Abril de 1981 el Real Madrid visitaría el viejo Zorrilla por última vez. Valladolid era sede del Mundial 82 y contaría con un flamante, y muy frío, estadio para la temporada siguiente. Los pucelanos llegaban a este partido con los deberes hechos. Tras 17 años de ausencia, de la mano del mítico Paquito, completaron una muy buena temporada acabando en mitad de la tabla. En la plantilla había jugadores como Minguela, Moré, Jorge, Santos, Fenoy, Gail… que serían la base del equipo que levantaria la Copa de la Liga. A pesar de que a los locales no les iba nada en el envite había cierto malestar con el Real Madrid ya que éstos habían elegido a principios de temporada los partidos frente al Real Valladolid para cobrar prima doble en caso de victoria. Por su parte los madridistas, entrenados por Boskov, llegaban al viejo Zorrilla lanzados. Esa misma semana habían logrado la clasificación para disputar su novena final de Copa de Europa, frente al Liverpool en París, eliminando al Inter de Milán. En Liga, tras un camino algo irregular, aquel partido en Atocha supuso un punto de inflexión y a partir de entonces encadenaron 6 victorias consecutivas que les llevó a la última jornada de con opciones de poder conseguir su cuarto título consecutivo. Las cuentas para ese día estaban claras, solo les valía ganar y que los vascos cayeran en el difícil campo de El Molinón donde esa temporada solo había conseguido vencer el Español. Arrancaba una tarde de transistores.
“El destartalado Zorrilla”, como decía la crónica de El Mundo Deportivo, lucía un lleno total con gran protagonismo de aficionados blancos. De hecho ante la gran demanda de entradas se habilitó una pantalla gigante en un polideportivo cercano para seguir el partido, aunque en semi directo. Los blancos iniciaron el encuentro algo nerviosos y con un ojo puesto en Gijón.
En los primeros minutos incluso le anulan un gol a los pucelanos por supuesta falta. Las primeras noticias que llegaban desde El Molinón no eran nada buenas: Cortabarría de penalti,cometido sobre López Ufarte, adelantaba a los donostiarras al poco de empezar el partido. Pero al final del primer tiempo las esperanzas madridistas renacieron. Santillana adelantaba a los madridistas, aprovechando un error garrafal de la defensa pucelana, y por su parte Mesa empataba el partido para el Sporting de Gijón. Y al poco de iniciarse la segunda parte otro gol de Mesa colocaba al Real Madrid como virtual campeón. El Real Valladolid lograría empatar momentáneamente por medio del ex-azulgrana Moré pero solo serviría para retrasar lo que parecía el inevitable alirón madridista. Dos goles de Santillana y de Stilike acercaban el 4º título consecutivo a Concha Espina.
El encuentro finalizó en Zorrilla con victoria madridista por 1-3. Y empezó la fiesta madridista. Creyeron que el partido en Gijón había finalizado, no se sabe si por un error del encargado del marcador o por las noticias que llegaban de la grada. Un aficionado incluso le dice a Juanito que el Sporting ha marcado el tercero y se desata la locura. El propio Juanito había prometido ir de rodillas hasta el vestuario si conseguían alzar el título. Y cumpliendo su promesa estaba Juanito cuando llegó el gol de Zamora en Gijón. A falta de 30 segundos el delantero recogía un rechace en el área y batía a Castro. El título caía del lado de la Real Sociedad. La fiesta se trasladaba a El Molinón.
Los donostiarras se alzaban así con su primer título y de paso terminaban con la maldición de Julian Comet. Monseur Comet era gran aficionado al ciclismo y fundó el Club Ciclista de San Sebastián. Posteriormente tendría sección de futbol y llegó a proclamarse campeón de España en 1909. Sería el germen de la Real Sociedad. Ante la necesidad de contar con un nuevo estadio se optó por derribar el velódromo de Atocha y levantar allí el mítico estadio. Algo que este francés no se tomó muy bien y encolerizado profetizó que jamás ganarían ninguna Copa. De hecho perdieron tres finales de Copa antes de conquistar la liga. No se sabe si la maldición incluía la Liga… Aunque por si acaso los txuri urdines levantarían la de 1987 para acabar definitivamente con ella.