La constancia no ha sido uno de los puntos fuertes del Córdoba CF estos últimos años y parece que la pesadilla blanquiverde está llegando a su final con un descenso más que anticipado. Los números no cuadran una vez más pero esta temporada haría falta más que un milagro si Navarro quiere poner a salvo a los califas, ya que si se vuelve la vista no es nada halagüeño lo que el aficionado se encuentra.
Peores números que en el último descenso
Era finales de marzo y el conjunto blanquiverde parecía estar intentando alcanzar la salvación. Varias jornadas consecutivas sumando, ya fuese por victorias o empates, hacían que una afición quemada por una primera vuelta nefasta creyera en lo imposible, aunque finalmente no llegara ese premio tan ansiado y el Córdoba CF cayera finalmente en Segunda ‘B’.
Este guión parece sacado de la temporada pasada, pero es el mismo que vivió el conjunto cordobesista hace 14 años. Por aquel entonces, Rafael Alcaide ‘Crispi’ era el tercer técnico que asumía los mandos de un Córdoba CF más que descendido y se acercaba su destitución por la falta de victorias contundentes que salvaran al equipo.
Ahora, Rafa Navarro es quien dirige a unos cordobesistas que van a la deriva y que si se comparan con aquel conjunto tienen mucho que perder. Más allá de los goles encajados, una materia en la que pierden por 21 goles, los números dejan ver a un Córdoba CF que suma tres puntos menos que entonces, siendo la distancia con la salvación en aquel momento solamente de seis puntos.
A día de hoy, la salvación se sitúa a nueve puntos y la dinámica no es precisamente la misma que vivía aquel equipo que finalmente cayó en el descenso. Un milagro, como el vivido con Sandoval, es lo único que puede salvar a toda la afición cordobesista de no caer como otros grandes en las garras de la Segunda División ‘B’ española, aunque éste parece estar cada vez más lejos en el horizonte blanquiverde.