Los aficionados son soberanos y su paciencia se suele poner a prueba en muchas situaciones a lo largo de la temporada. Una de las más castigadas, obviando por supuesto a la del Reus, ha sido la del Córdoba CF. Una mala gestión en verano, mal fútbol durante la temporada, las deudas que atesora el club y la posible vuelta de Carlos González como dueño del club han hecho que los aficionados blanquiverdes se planten ante su equipo y directiva.
Nadie quiere a León en Córdoba
Uno de los grupos de animación blanquiverde, Incondicionales CCF, decidió sacar dos pancartas durante el encuentro del pasado domingo. La primera iba dirigida a la plantilla con un mensaje donde se podía leer: «Jugadores el escudo NO se arrastra», mientras que en la segunda el mensaje fue directo a su presidente: «Tu gestión, nuestra vergüenza ¡Gracias, León!».
Dos mensajes claros que fueron respaldados por toda la grada, incluso los aficionados visitantes, por una situación insostenible y ante la que hubo una respuesta muy clara del club, retirar inmediatamente las pancartas para acallar las críticas. Esta acción tuvo su recompensa y consiguió unir a todo el estadio pidiendo la dimisión de Jesús León.
Todo esto ha derivado en una sola consecuencia, nadie quiere ya a Jesús León en Córdoba. Ni sus palabras durante la temporada, ni sus últimas acciones han conseguido aplacar a su afición que está harta de la gestión que ha hecho durante todos estos meses y por la que ya lleva algo más de un año al frente. Su posible acuerdo con Azaveco SL, empresa dirigida por Carlos González, ya ha llevado al pánico a una afición que ve cada vez más cerca el fin de su club.