Certificación contra deseo en el Nuevo Ganzábal

Unión Popular de Langreo y CD Vitoria protagonizarán un encuentro entre dos conjuntos que debían ser rivales directos. Pero que ya no lo son. Principalmente por la estupenda campaña del cuadro langreano que está a una sola victoria de certificar de forma virtual -y prácticamente matemática- la permanencia. Pero todo lo contrario le sucede al cuadro vitoriano. Marchan penúltimos, con 26 puntos y a cinco de la salvación.

Por ello al filial armero solo le vale la victoria en uno de los campos más difíciles del grupo y ante un rival que todavía se juega mucho en lo que resta de temporada. Será un duelo que dirigirá el colegiado riojano Miguel Sesma Espinosa. Un joven árbitro de 25 años que cumple su segunda temporada en la división de bronce. Esta temporada tiene un balance de tres victorias locales, cuatro empates y tres victorias visitantes en los diez partidos que ha dirigido. Será la primera vez que dirija a los asturianos, pero no así a los vitorianos. Ya lo hizo esta campaña en el primer partido de la temporada que concluyó con empate sin goles frente al Arenas Club.

Certificar la permanencia para cambiar el chip

Dos jornadas consecutivas se ha quedado anclado el marcador de puntos del Unión en 42 puntos. Dos derrotas consecutivas frente a la Cultural de Durango y el Barakaldo le han supuesto un ‘bofetón’ de realidad que les ha dejado prácticamente sin opciones de alcanzar el play-off de ascenso. Pero no por ello la campaña langreana es mala. Todo lo contrario. La permanencia, que buscarán certificar frente al Vitoria, está casi conseguida y el objetivo de la Copa del Rey es factible lograrlo. De hecho, si hoy acabase la temporada, jugarían la próxima edición del torneo del KO.

Por ello tras esas dos derrotas en la plantilla que dirige Hernán Pérez han hecho borrón y cuenta nueva. Solo vale ganar este sábado para dejar atada la permanencia y entonces y solo entonces pensar en otras cotas. El entrenador ovetense no podrá contar con Jorge García, Allyson y Dani López lesionados. El resto de la plantilla estará a disposición para su segundo partido consecutivo en casa.

Sin posibilidad de error

Más complicada es la situación del cuadro de Ellakuri. Los alaveses han caído hasta la penúltima plaza, colocándose a cinco puntos de la permanencia tras el empate de la pasada jornada frente al Gernika, otro rival directo por la salvación. Unas tablas que fueron un frenazo considerable tras el empate logrado una semana antes en Lasesarre.

Por ello al cuadro de Iban Fagoaga solo le vale ganar en tierras asturianas. Y debe hacerlo sin Markel Areitio, lesionado, y en un campo donde hasta que el Barakaldo lo asaltó la pasada jornada el Langreo se mostraba con una fortaleza enorme. Pero por muy difícil que sea las jornadas pasan y el nivel del agua al cuello sube cada vez más. El sitio del guardameta de Iurreta, lo ocupará el joven Magunagoitia que tendrá una nueva oportunidad en la portería alavesa tras la gran primera vuelta que despachó en el Amorebieta.

Un duelo inédito en el Nuevo Ganzábal

Será la primera vez que el cuadro de la provincia de Álava visite Ganzábal. Hasta la primera vuelta, donde el cuadro asturiano venció por 1-3 en Ellakuri, logrando su primer triunfo a domicilio del curso, nunca se habían enfrentado. Se da la circunstancia de que un jugador que hoy está en las filas del filial armero, Sergio Ríos, hizo uno de los tantos de la victoria del cuadro asturiano en el encuentro de Llodio.