Messi pinta de azulgrana el derbi

Un 30 de marzo normal para todo el mundo menos para la ciudad de Barcelona que veía como el distrito de Les Corts acogía a culés y a pericos para batallar por ganarse el orgullo de la ciudad. Ambos equipos querían la victoria, y no solo por ser el vehículo para acercarles a algún objetivo, sino que ganar este partido significaban mucho más que tres puntos.

El Barça quería que el derbi se quedara en casa y así lo demostraba desde el inicio. Rakitic estuvo a punto de enganchar el primer tanto, pero la suerte no cayó del lado del croata, pero tampoco estaba de parte de los de Rubi, que no conseguían sacarse de encima la mosca vestida de azulgrana. Por lo que Diego López tendría que tener los cinco sentidos activados por cualquier susto, como el intento de bloqueo de Víctor Sánchez al disparo de Gerard Piqué, que acabó tocando el blanquiazul y donde el meta perico saco una mano esencial para que ese balón no acabara al fondo de la red.

La hora de la siesta es sagrada para muchos y viendo lo que ocurría en el campo, parecía que para los 22 jugadores que estaban en el verde necesitaban dormirla. Los primeros 45 minutos no tuvieron mucha ‘chicha’ y el marcador reflejaba a la perfección lo que ocurría en el césped. Un 0-0 que ni Barça ni Espanyol hicieron demasiados méritos para que variara el número en ninguno de los dos bandos.

Messi, en la segunda mitad, conseguiría abrir la lata, aunque el colegiado anularía el gol por un fuera de juego, bastante anterior, de Jordi Alba. En las pocas ocasiones que se estaban produciendo Diego López se estaba convirtiendo en el héroe de su equipo. En la primer parte era a Rakitic y esta vez a Malcom. Aunque no podría parar el disparo de Leo Messi que, una vez más, es el que aparece cuando algo no va bien. Desde los 18 metros y a balón parado el crack argentino ponía al equipo por delante del marcador.

Todas las expectativas estaban puestas en Wu Lei y el japonés se lo tomaba en serio para intentar empatar el encuentro, aunque Lenglet y Ter Stegen le impidieran esa hazaña. El que sí conseguía acabar de hacer caer la balanza hacia su lado era Messi, que con la ayuda de Malom, volvía a perforar la portería de Diego López.

El derbi barcelonés se decanta hacia el Barça que lo acerca más al campeonato de La Liga con 69 puntos. Por la parte del Espanyol, se encuentra en tierra de nadie. Con 34 puntos esta lejos del descenso y de Europa.