Resultado a gafas, encuentro soporífero
Ni los de Parralo ni los de Monteagudo fueron capaces de anotar el gol de los tres puntos. En el tramo final del partido Burgos tuvo desde los once metros la oportunidad de anotar, pero ni por esa vía lo lograron.
Arrancaba el partido en el Municipal de Santo Domingo, el Alcorcón recibía al Lugo en su feudo. En los primeros compases de encuentro no se iba a sobreponer ninguno de ambos equipos, estaba siendo muy igualado.
Estaba siendo un encuentro soporífero. No había ocasiones de gol.
Llegó en el minuto 20 la ocasión más clara del partido, un disparo muy potente de Sergio Gil desde la frontal del área forzó la estirada de Dani Jiménez que dejó el balón rechazado para que Tete, en segunda instancia, pegase a portería, pero Laure bajo palos salvó lo que pudo haber sido el cero a uno. El Alcor no tardó en responder y Galán, tras una gran jugada por la izquierda, logró dar un pase a Gavilán que golpeó directo a la portería de Juan Carlos que realizó una gran parada.
El partido comenzaba a coger ritmo gracias al juego por las bandas, debido a que el centro estaba muy congestionado.
Pasaban los minutos y el partido volvía a bajar el ritmo, como en los minutos iniciales, ninguno era capaz de encadenar largas jugadas con el balón en su posesión. Era escaso en ocasiones, apenas se lograban producir acciones de peligro y el empate estaba haciendo justicia.
Se llegaba a tiempo de descanso con el resultado a gafas y una mala imagen de ambos conjuntos que estaban necesitados de todo. El paso por los vestuarios quizá ayude a cambiar el guion del partido.
Comenzaba la segunda mitad sobre el césped de la ciudad del sur madrileño, si ya las temperaturas eran bajas en Alcorcón, el juego enfriaba aún más el ambiente.
La tenía Lazo en el cincuenta, un pase a la espalda de la defensa que el dieciséis aprovechó para realizar un disparo, pero el lanzamiento se fue desviado.
El Lugo comenzaba a apretar más, a generar más en ataque mientras que los alfareros eran incapaces de subir la marcha del encuentro.
La tuvo Sangalli en el cincuenta y ocho, recibió un balón dentro del área pequeña y cuando todo hacía presagiar el gol de los alfareros apareció el pie de José Carlos para evitar el gol de los locales. Minuto más tarde sería Juan Muñoz que de volea forzó una palomita de Juan Carlos, evitando así otro gol más. El Alcor era conocedor de la importancia de los tres puntos y los de Parralo subían el ritmo.
En el sesenta y cuatro el conjunto alfarero tendría la ocasión más clara, un balón muerto en el área sería aprovechado por Burgos, pero el central mandó el esférico directo a la madera, el Lugo se llevaba otro susto, y el gol del Alcor se estaba cocinando.
Los entrenadores movían sus filas, introducían cambios de refresco para darle más ritmo a un partido necesitado de ocasiones, pero no parecían surgir efecto en el juego.
En el ochenta la tendría Boateng una gran ocasión, mano a mano el siete alfarero realizaría una increíble vaselina, pero Juan Carlos realizaría una espectacular parada, de las mejores de la jornada. El gol se resistía en el sur de Madrid.
El partido llegaba al tramo final con el empate, podía ocurrir cualquier cosa, pero los locales dominaban más la faceta ofensiva.
En el ochenta y ocho el Lugo cometería un penalti por mano en el área. Burgos se dispondría a lanzarlo desde los once metros, pero el central mandó el balón a las nubes de Santo Domingo.
Llegaba el final del partido, el empate se consagraba, un punto para cada uno, el fútbol hace justicia a lo visto durante los noventa minutos.
