Oviedo y Sporting han sumado el mismo resultado esta jornada. Ambos no pasaron del empate frente a dos rivales directos por el objetivo del ascenso como son Deportivo y Málaga. Un empate que en ambos casos puede tener un sabor agridulce. Porque ambos empezaron ganando y ambos ven como dejan escapar una oportunidad de recortar distancia respecto al play-off dados el resto de resultados donde varios equipos de la zona alta de la tabla se han dejado puntos.
El Oviedo se queda corto
- Novedades en un día histórico en el Tartiere. Era una jornada diferente. Tras lo sucedido en el derbi asturiano, y como forma de respuesta tras el trato recibido, miles de oviedistas no accedieron al estadio como de costumbre. Es decir, el saque inicial, y en este caso el gol, lo escucharon desde los aledaños. Más de 8.000 oviedistas, según los datos facilitados por el club, secundaron la protesta y entraron en el campo cuando corría el minuto 12. En medio de una gran ovación por parte de quienes estaban dentro. En todo caso, tanto unos como otros vieron la gran novedad en el once de Juan Antonio Anquela. Jimmy fue el mediocentro junto a Folch. Carlos Martínez, que ocupó el lateral derecho, fue la otra novedad en una alineación a la que regresó Forlín.
- Mejor en la primera mitad. El Oviedo entró muy bien en el encuentro. Con intensidad, apretando y asfixiando cada posesión de balón del cuadro gallego. Los azules lo intentaron desde el primer momento e iban a adelantarse pasados los diez minutos. Un gol que permitió respirar. El plan estaba saliendo bien. El cuadro asturiano sabía cómo y dónde había que parar los ataques del Deportivo y cuándo se podía salir y hacer daño en la parte de arriba. No fue así en el segundo acto, donde pese a disponer de varias opciones de cara a puerta, vio como los gallegos dieron el paso al frente que les permitió sumar un punto en el Tartiere.
- Partido con muchas alternativas. Para muchos, de los mejores encuentros en lo que llevamos de temporada en el Carlos Tartiere. Un choque vibrante, con opciones para los dos equipos y muy entretenido. El Real Oviedo supo competir a uno de los gallitos de la categoría. Estuvo a la altura de las circunstancias, aunque finalmente no pudo llevarse los tres puntos. El cuadro de Anquela volvió a demostrar que es capaz de plantar cara a cualquiera.
- Volcados hacia la izquierda. Berjón y Mossa fueron diferenciales en el encuentro ante el Depor. Todos los ataques de los azules llegaron desde la banda izquierda. El mejor ejemplo fue el gol. Jugada sensacional de Saúl, balón al interior del área, y tras un rechace, gol de Bárcenas. Pero la cosa no acabó ahí. De las botas del ‘10‘ nacieron las mejores acciones ofensivas de los de Anquela. Que Berjón esté en su mejor versión es una gran noticia para los asturianos.
Dos puntos que no regresan
- Empate agridulce: Antes del partido no serían pocos los que veían un punto en La Rosaleda como un buen resultado. Pero tras el mismo la sensación es agridulce. Aunque el punto es bueno porque de no ser por Mariño en el descuento se hubiese podido hasta perder, sabe a poco. Y es así porque el Sporting hizo mucho por ganar. Tuvo maniatado al Málaga durante casi setenta minutos y limitando solo al balón parado las opciones costasoleñas de empatar. Porque, una jornada más, el Sporting cuajó un partido muy notable en La Rosaleda. La raza competitiva de los anteriores partidos sigue ahí y fue ganando durante más de una hora de encuentro. Es lógico entonces tener el convencimiento de que al Sporting se le han escapado dos puntos.
- Personalidad inquebrantable: Tras unos apuros iniciales donde el Málaga dispuso de dos claras opciones para hacer el 1-0, el Sporting fue metiéndose en el partido. Así a los veinte minutos llegaría el penalti cometido porque es, sin duda, mejor hombre rojiblanco en las últimas semanas: Álex Alegría. El delantero extremeño es un auténtico dolor de cabeza para las defensas y cuando el crono cumplía ese minuto fue derribado dentro del área. Djurdjevic volvió a tirar el penalti como lo hiciese una semana antes en el derbi. Al mismo sitio, pero quizá con más potencia. Munir le adivinó la trayectoria, pero no pudo detenerlo. El serbio insistió en lanzarlo ahí y esta vez le salió bien. Mucha personalidad del balcánico en esa ejecución.
- El que perdona lo acaba pagando: Tras ese gol el Málaga busco reaccionar, pero no generaba apenas ocasiones. Solo a balón parado. Todo lo contrario del Sporting que dispuso de varias para sentenciar. Muy clara fue un remate al larguero nada más iniciar la segunda parte o varias contras en superioridad mal ejecutadas. Incluso el lanzamiento al poste de la falta de Robin Lod ya con el empate en el marcador. Todo ello hizo que según avanzase el encuentro, y más con las expulsiones, éste se volviese loco. A menos de diez minutos pagó esa falta de tino en ataque con el empate que le impedía sumar su quinta victoria consecutiva.
- Misma distancia, una jornada menos: La sensación se vuelve más amarga con los resultados de la jornada. Tras la misma el Sporting se mantiene a seis del play-off, lamentando la oportunidad de haber recortado hasta los cuatro. Quedan treinta por jugarse y todo indica que los rojiblancos pueden tener su opción de engancharse en próximas jornadas, pero sin ningún margen de error, pues necesitan sumar en torno a 22-24 puntos de esos 30. Para empezar, y a diferencia de La Rosaleda, en el Heliodoro Rodríguez López el próximo viernes solo vale ganar.