El Sporting es, sin duda, uno de los conjuntos en mejor forma actualmente de LaLiga 1|2|3. No solo lo dicen los resultados, con 19 de los últimos 21 puntos sumados. Sino también otros datos como el ratio de goles anotados y encajados. El primero, con nueve, triplica al segundo, con tres. El nuevo estilo implantado, quizá muy feo para el espectador, pero que resulta ser efectivo como pocos, está funcionando. Y uno de sus hombres clave es el ghanés Isaac Cofie.
Cofie llegó el pasado mes de Agosto procedente del Genoa italiano. Fue un fichaje que sorprendió en Gijón para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno porque el club gijonés lograba la incorporación de un jugador que venía con un recorrido notable en la máxima categoría transalpina. Para lo malo porque el perfil de mediocentro que es el ghanés no convencía entre una parte de la afición, que veía más necesario otro perfil de futbolista más creativo y no tan eminentemente defensivo. Fuere como fuese, pronto gozó de la confianza de Rubén Baraja que, incluso a pesar de llevar pocos entrenamientos, le dio la titularidad en el primer partido de liga en Alcorcón.
Tras aquel partido disputó otros 10 de titular con el preparador vallisoletano antes de que fuese destituido. Con la llegada de José Alberto al primero equipo siguió como titular e incluso anotó el que su único gol de la temporada en el Nuevo Los Cármenes frente al Granada. Pero a partir de la siguiente jornada, donde repitió titularidad, empezó a perder protagonismo. Fue desapareciendo progresivamente no solo de los onces, sino de las convocatorias. En el peor momento del Sporting, Cofie no tenía participación.
Con su vuelta al once, llegó el Sporting ‘feo’
Todo cambió tras la derrota por 2-3 frente al Rayo Majadahonda. El cuadro majariego sacó los colores al Sporting en El Molinón y dejó muy tocados a todos los estamentos del cuadro rojiblanco. Pero fue el germen de lo que ahora es el equipo. Cofie, que había recuperado la titularidad frente a los majariegos, no fue de los damnificados. Repitió en el once que venció en Soria, donde se empezó a gestar este Sporting más práctico que ha llegado hasta ahora y no tiene visos de cambiar.
«En este momento no tenemos que ser guapos, sino prácticos», declaró el ghanés en sala de prensa en un más que aseado castellano hace algunos días. Ese hombre tranquilo defendía el modelo actual del cuadro rojiblanco ante sus detractores que lo tildan de ‘feo’ y ‘aburrido’. Y lo hacía como es él, siempre sonriente y mostrando, con su comparecencia íntegramente en castellano, su ya casi plena adaptación.
Pocos jugadores habrá actualmente más insustituibles para José Alberto López que Cofie. Y no ya por el trabajo que aporta en el campo, sino que las estadísticas le dan la razón. De los 21 partidos en los que ha sido titular, el Sporting ha ganado en 13 y empatado 5. Con Cofie partiendo de inicio, el Sporting solo ha cosechado tres derrotas. Además de esas tres, una de ellas en Copa y otra cuando él ya no estaba sobre el campo.
Tampoco estaba en el campo en el único encuentro de los siete últimos que el cuadro rojiblanco no venció. Fue en La Rosaleda, donde el ghanés cumplía partido de sanción. La pregunta es inevitable formulársela. ¿Qué habría pasado en Málaga si hubiese jugado Cofie?