El Ajax le hace un guiño a su historia y elimina a la Juventus
El conjunto de Amsterdam le hace honor a lo mejor de su pasado con un juego impecable, que le sirve para echar a la Juventus de Cristiano Ronaldo en su propio feudo
“Si eres tímido, aquí lo tienes complicado”, fue la frase que Jordi Cruyff, hijo de la mayor figura de la historia del fútbol holandés, resaltó en su último artículo para el diario El País. El adagio refleja la manera en la que los futbolistas del Ajax son recibidos, aún siendo niños, cuando llegan a la quizás mejor cantera de la historia del fútbol mundial. Hoy el Ajax, con su ritmo vertiginoso, su orden y, sobre todo, su inmensa madurez, ha dado quizás el mejor partido que se le recuerde en Champions en el presente siglo para apear a la Juventus de Cristiano de la máxima competición europea. Fue un partido para el recuerdo, un baile de los visitantes, que han homenajeado de la mejor forma a las figuras que le dieron grandeza a un club que parecía acabado hace unos años. ¿Qué habría pensado Johan Cruyff si hubiese visto este partido?
Como era de esperarse, no fue nada fácil. La Juventus tiene un plantel muy vasto, una cartera grande y en Massilimiano Allegri uno de los mejores estrategas del fútbol mundial. En suma, un equipo que estaba obligado a ganar la Champions. Los locales trataron de morder desde el comienzo e hicieron sufrir a los visitantes. El conjunto ajacied se encontraba mermado por la ausencia de su lateral izquierdo, Nicolás Tagliafico, y la cosa se agravó porque su sustituto, el marroquí Mazraoui, cayó lesionado a los diez minutos de juego. Como era natural, los locales comenzaron a morder por el lado izquierdo de los visitantes, tornándose más peligrosos en cada jugada, sobrepasando a un improvisado Daley Sinkgraven, que quizás jamás pensó ser parte de este encuentro.
Además, la estrategia de Allegri daba resultado: el italiano decidió presionar en bloque a los centrales del Ajax, dejando así a Frenkie de Jong, pivote de los visitantes, a merced de dos tiburones como Pjanic y Can. El premio para el buen primer tiempo de la Vecchia Signora llegó por medio de la táctica fija. Un impecable tiro de esquina de Pjanic terminó siendo abrazado por las redes gracias a al oportunismo de Cristiano Ronaldo, que olió la sangre en la defensa holandesa y entró a cabecear completamente solo. Todo iba conforme al libreto: el Ajax era valiente, pero se doblaba ante el pragmatismo y la experiencia de una Juventus que estaba llamada a ser favorita. Allegri, hasta ese momento, podía presumir de haber dado un vez más en clavo en lo que es un verdadero maestro: en anular el juego del conjunto rival. Pero, como dice una trillada frase, para el talento no hay cura.
La remontada
Los visitantes, con cierta dosis de fortuna, mezclada con la falta de concentración de Mattia De Sciglio, lograron anotar el gol del empate por medio del siempre oportuno Donny van de Beek. El mediocentro ofensivo se encontró un rebote derivado de un disparo de Hakim Ziyech, que lo dejó completamente solo, para definir con clase y emparejar los cartones. Parecía que de Beek estaba en fuera de lugar, pero las repeticiones mostraron que De Sciglio se había quedado anclado, habilitando al jugador holandés en lo que debía ser una simple trampa de fuera de juego. El gol indigestó a la Juve y colmó de esperanza al jovencísimo conjunto de Amsterdam. La Juve terminó la primera mitad replegada, sin poder conectarse con Cristiano y con un irregular Dybala.
Allegri buscó revertir la tendencia que se comenzaba a dilucidar al final de la parte inicial al introducir a la revelación Juventina de esta temporada: Moise Kean. No sirvió de nada. El Ajax no permitió que la Juve pudiera conectarse y mantuvo a raya todas las líneas del conjunto local. La Juve entró en crisis, representada por la inmovilidad de su entrenador, que sólo se limitaba a gesticular ante el huracán que se había apoderado del césped del Juventus Stadium. Los ajacied apretaron y apretaron, pero parecía que el gol no llegaría gracias a Szczesny, que se mandó sendas atajadas, que lo confirman como el mejor sustituto de Buffon. Una impresionante manotazo a un disparo a bocajarro de Ziyech (52’) y un vuelo espectacular ante un tiro lejano y colocado de van de Beek (57’) encumbraron su figura. Pero de nuevo, de nada sirvió. Al minuto 67’, como si de un homenaje a Cristiano se tratara, De Ligt se elevó de manera imperial de entre tres marcadores y, con un cabezazo violento, marcó el 2-1 para un Ajax que estaba haciendo lo imposible, otra vez. El central de 19 años, que aún no nacía cuando su equipo pasó por última vez a una semifinal de Champions en 1997, es el capitán de esta generación que muy probablemente quedará en los anales de la Liga de Campeones de Europa.
El gol tornó aun más inoperante a una Juve que, al igual que el Real Madrid en la ronda previa, había llegado con ventaja del Johan Cruyff Arena. Parecía que el Ajax era el menesteroso, aunque fuera adelante en el marcador: dominó hasta el final, pudo meter más goles y anuló a Cristiano. Fue una actuación para enmarcar. Incluso pudo incrementar el marcador tras un gol anulado de manera justa a Ziyech. La Juve hubiese visto un rayo de esperanza cuando un centro de Bentancur pegó en la mano de Blind, pero el árbitro no le concedió un penal que no habría sido juzgado como una marcación rigorista.
Holanda, después de no ser capaz de ir al Mundial, estaba sumida en una profunda crisis futbolística. Año y medio después, ha recuperado la sonrisa gracias a esta generación de inmenso talento y madurez, representada por jugadores que ni siquiera han llegado a su plenitud pero que tienen el temple de resistir y levantar resultados adversos en hogares ajenos, como en el Bernabéu y en el Juventus Stadium. Quizás algún día las nuevas generaciones nos pregunten: ¿Tú viste al Ajax del 2019?
Twitter: @Ricardoguajiro