El reloj marcó las 16:15, el sol brillaba en el cielo gipuzcoano de Eibar. Una apacible tarde hecha para disfrutar de un SD Eibar contra el Atlético de Madrid, propio de la jornada 33. Simeone pisaría un estadio de gran complejidad, Ipúrua, hogar de valientes. El fútbol de emoción estaba garantizado.
S.D. Eibar | 0 | 1 | Atlético de Madrid |
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La sombra ocupaba el costado ocupado por Arias y Cote, por lo demás el sol brillaba, al igual que el portero serbio, Dmitrovic. Antes de que el minuto diez entrase en juego, Correa contó con la ocasión más relevante del partido. Un mano a mano en el que el portero serbio agigantó su figura, tapó espacios y le negó el gol al argentino. La tuvo el Atlético de Madrid, demasiado pronto. El juego transitaba en el medio, atascado y raudo.
El juego se paralizó, cesó la intensidad y las innumerables interrupciones opacaron cualquier intento de crear. Desde la ocasión de Correa en el minuto 7 no se volvió a oler peligro. El balón circulaba vía aérea mitigando cualquier intento por jugar la pelota. La grada apretaba, sus ánimos trataban de acomodar al equipo local. Mendilibar visualizaba esta primera media hora desconforme. Su equipo, el que más tiempo pasa en campo rival, estaba más en campo propio que rival. Los jugadores de Simeone estaban empujando para evitar que el Eibar se acomodase en el campo ‘rojiblanco’.
Hasta el minuto treinta las gradas no pudieron jalear un balón centrado desde el costado de Cucurella, que posteriormente acabaría en córner. El griterío volvía a la grada, Ipúrua, la casa del centro lateral tendría que esperar más de la cuenta para ver a su equipo centrar. Pasada la primera media hora de partido el Eibar comenzaría a ejecutar su plan inicial. La presencia en campo rival si multiplicó y parecía dar comienzo tímidos ataques desde los laterales. Aún insuficientes para sorprender a un equipo ordenado defensivamente.
Cote aumenta su nivel de participación en el lateral izquierdo junto a Cucurella para intentar extraviar el planteamiento táctico de Simeone. Escalante y Jordán trataban de dominar el medio del campo, aunque sin fortuna, al tener que medirse en la pugna con Thomas y Koke. El juego de ambos equipos era insuficiente para la producción de ocasiones punibles, el cero a cero se acomodaba en un partido donde poco ocurría. Más allá de la entrega y pundonor de los dos conjuntos en un medio del campo incontrolable.
El balón sobrevolaba el soleado cielo guipuzcoano, de aquí para allá, de cabeza en cabeza. Un solitario Morata desquiciado ante la incapacidad de vencer en duelos aéreos a los robustos centrales de Mendilibar. También, la pareja uruguaya disputaba cómodamente cada balón como si la vida les fuera en ello. La solidez y contundencia formaban parte del primer tiempo.
El inicio de la segunda mitad cambia la dinámica de los cuarenta y cinco minutos predecesores. El ritmo se eleva y las ocasiones comienzan a surgir. Primero Enrich cabeceó, aparentemente cometiendo falta a su marca, pero apunto estuvo de poner el marcador en su favor. La réplica por parte de los de Simeone vendría por mediación de Morata. Vitolo asiste y el delantero no consigue batir por bajo a Dmitrovic. El disparo se marcho por centímetros.
El partido se había agitado e Ipúrua lo percibía. Cada uno de los dos equipos estaban instaurando su ley marcial. El Atlético contra golpeaba con espacios, agazapados en su campo. El Eibar volcaba su juego en ambas bandas en un incesante intento de centrar. Alcanzando la hora de partido el ritmo bajó, las imprecisiones se iban sucediendo en aumento. El Atlético proponía más, sin ese último pase que abra el partido. El costado diestro de Mendilibar carecía de influencia ofensiva, Cucurella y Cote agolpaban el juego ofensivo.
Minuto 69, Godín comete una pérdida en la salida de balón, recuperación del Eibar en campor rival tras una anticipación. El balón cae al costado izquierdo, donde Cucurella (en ataque) es amo y señor. El balón va duro abajo esperando que Sergi Enrich contacte con la pelota y supere al meta esloveno. Sin embargo, Godín rectificó y pudo enmendar su grave error mandando el balón a córner. Ipurúa agitado aclama el gol.
El tiempo seguía su curso natural y los equipos se quedaban sin opciones para romper el empate. Y cuando pudo ser, de nuevo, Dmitrovic volvió a ser el héroe. En el 78 Godín cabeceaba un centro espectacular de Koke, pero de nuevo el serbio impedía el cero a uno. El marcador parecía no querer cambiar de aspecto, se veía bien con el empate a nada. Los dos equipos trataban de revestirlo de victoria, pero parecía inamovible.
Los de Mendilibar apretaban, disparaban a puerta pero sin encontrar el arco de Oblak. Aunque, el minuto 83, un francés conseguiría perforar la meta de Dmitrovic. Koke asistió y Lemar anotó. Una jugada de carambola, varios toques de cabeza hasta habilitar a Koke, el resto es historia. Hasta los últimos cinco minutos no se consiguió desvestir a ese cero a cero que parecía el resultado final.
Los últimos minutos en Ipurúa fueron un intento de acoso y derribo de los de Mendilibar, los de Simeone pretendían enfriar el partido jugaron con los utensilios básicos para impedir que el balón rodase lo menos posible. Silbido final y tres puntos para los de Simeone, en un partido muy igualada.
Ficha técnica |
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SD Eibar: Dimitrovic: De Blasis; Oliveira; Álvarez; Cote: Orellana (Pedro León, min. 76); Escalante; Jordán; Cucurella: Enrich (Charles, min. 82); Cardona (Kike García, min. 63). | |
Atlético de Madrid: Oblak: Arias (Kalinic, min. 69); Godín; Giménez; Saúl: Koke; Rodri; Thomas; Vitolo (Filipe Luis, min.o 60): Correa (Lemar, min. 55); Morata. | |
Goles: 0-1: Lemar, min. 85 | |
Árbitro:Javier Alberola Rojas amonestó a: Cote (minuto 62), Enrich (minuto 69), Morata (minuto 89). Comité castellano-manchego. | |
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de LaLiga Santander disputado en el Estadio de Ipurúa (Eibar) ante 4.750 espectadores. |