Xisco Campos (Binissalem, 1982) debutó en el primer equipo del Mallorca ante el Atlético de Madrid en 2004. Parecía el inicio a una carrera dedicada al equipo de su tierra. Sin embargo, el fútbol quiso que el central de Binissalem dedicara sus esfuerzos en diferentes equipos de la Península.
A pesar de estar lejos, Campos, nunca ha dejado de sentir mallorquinismo. Llegando a ser ídolo en Tarragona con Vicente Moreno e irse a la Ponferradina el mallorquín llegó a Son Moix bajo el brazo del valenciano.
Xisco Campos, volvía como hijo pródigo y con toda la afición de su lado. Regresó a su casa para devolver al club que le hizo debutar en Primera División al fútbol profesional. Formó una pareja de lujo e infranqueable con Antonio Raíllo. Se enfundó la bandera de Mallorca y capitaneó a los bermellones hasta el ascenso en Miranda de Ebro.
Ahora, con un rol secundario dentro del campo, tras la irrupción de Martin Valjent, sigue siendo importantísimo en el vestuario. Campos, a sus 37 años, sigue ejerciendo ese papel fundamental de líder en la caseta. Todos los compañeros de equipo hablan maravillas de su actitud y Vicente Moreno sabe de su utilidad.
Con su renovación, el Mallorca se asegura mantener un valor seguro dentro del vestuario y el mallorquinismo tener un reflejo del aficionado en el equipo. Ahora le toca guiar a los suyos en busca de una plaza de promoción.