Facundo Campazzo es el hombre de moda del Real Madrid. Los playoffs de la Euroliga le han llevado a otro nivel en el panorama baloncestístico europeo y mundial. Tras ser el protagonista de la eliminación de Panathinaikos, el argentino se ha consagrado y ha acallado las voces que dijeron hace años que no iba a ser un jugador grande o que no estaba preparado para la máxima competición continental.
La papeleta que le ha tocado a Facundo Campazzo desde su llegada al Real Madrid no ha sido, ni mucho menos, sencilla. En su primer año, joven recién llegado de Argentina, no jugó apenas al ser el tercer base por detrás de Sergio Llull y Sergio Rodríguez, y ello lo llevó a buscarse la vida fuera del club que le dio la oportunidad de crecer en Europa. UCAM Murcia fue el destino, en el cual explotó y fue uno de los artífices de meter al equipo en playoff de la ACB y clasificarlos y jugar la Eurocup.
Estas actuaciones le sirvieron para volver al Real Madrid cuando el equipo blanco perdió a Sergio Rodríguez, que decidió volver a probar suerte en la NBA. Facundo Campazzo llegó para ser segundo base, junto a Sergio Llull y un Luka Doncic que comenzaba a ser importante. Y, desde entonces, como un cohete hacia arriba. El año pasado se encumbró supliendo a Sergio Llull con su lesión de rodilla, y esta temporada ha sabido instalarse como uno de los mejores bases de Europa, y dando dolores de cabeza a Pablo Laso sobre quién de los dos bases está mejor.
Ante Panathinaikos, Facundo Campazzo ha promediado 12,3 puntos, con 67% de dos, 38% de tres y 92% desde la personal, 4,7 rebotes, 8,3 asistencias y tres robos para 24,3 de valoración. Números de MVP ante el claro aspirante a este galardón, Nick Calathes, que fue desconectado gracias a la labor del argentino y de un Jeffery Taylor determinante en ambos lados del campo.
Las voces críticas no veían a Facundo Campazzo triunfar y ser determinante en el Real Madrid cuando llegó en el año 2014. Su estatura (1.80 metros) y su juego no era el adecuado para el equipo, y la salida a UCAM Murcia pareció darles la razón. Nada más lejos de la realidad, el argentino brilló en el equipo murciano y se ganó su vuelta a casa. De nuevo esas voces hablaron de que no era jugador para Euroliga, que para ACB estaba bien. Y de nuevo, el base ha demostrado que sirve.
Facundo Campazzo es un trabajador nato. Muchos entrenadores, algunos de la talla de Rick Pitino, y rivales se han rendido al juego del argentino. Anota, asiste, rebotea, roba balones, dirige el juego del Real Madrid, es un gran defensor… El base, al alza.