El trono de hierro es para el FC Barcelona

Hoy era una noche especial en el Camp Nou. El Barcelona recibía al Levante con la oportunidad de levantar su octavo título de Liga entre los últimos 11 años desde la etapa de Pep Guardiola hasta la etapa actual de Ernesto Valverde. Para ello, iban a producirse una serie de rotaciones en el equipo azulgrana pensando en la ida de semifinales de la Champions League frente al Liverpool de Jürgen Klopp. Messi y Busquets empezarían desde el banquillo donde iba a apostar por Coutinho, Luis Suárez y Dembelé en el ataque con la presencia de Arturo Vidal en el mediocampo. Mientras, el equipo granota de Paco López optaba por un once sin Bardhi y sin Morales pensando en la jornada próxima frente al Rayo de Paco Jémez.

En la primera parte, el Barcelona parecía que no iba a por el título en los primeros minutos del partido donde apostaron por dar más presencia a la posesión ante un Levante que apostaba por defender en su campo durante el encuentro. Coutinho fue el más destacado en los primeros cuarenta y cinco minutos del encuentro con 3 ocasiones peligrosas para el conjunto azulgrana donde apostaba por los tiros clásicos lejos de la portería junto a un remate de cabeza que se marchó a las manos del guardameta granota; Aitor Fernández. Lo que evitó que el Barcelona se pusiera por delante en el marcador fue una falta en el minuto 40 de partido que se marchó al larguero pero el árbitro lo interpretó como «fuera de juego» al estar Piqué en la trayectoria de disparo y obstruyendo al portero granota en la visión del balón.

En la segunda parte, Valverde movería ficha en el banquillo y optaría por sacar su mejor carta que era Leo Messi por Coutinho que estuvo impecable en la primera mitad junto a un discreto Dembelé. En el minuto 57 tendría otra ocasión más peligrosa el Barcelona para abrir la lata con un disparo de Rakitic que se marcharía fuera el zapatazo del croata. Pero aparecía el de siempre; Leo Messi, para abrir el marcador en el minuto 62 donde aprovechó Vidal un rechace de la defensa granota tras un disparo de Suárez que dejaría en bandeja al astro argentino para ponerse 1-0 en el marcador. A partir de aquí vendría los minutos locos del partido donde el Barcelona mostraba debilidades defensivas donde el Levante creó mucho peligro para empatar el partido. Para tener un mayor control en el partido, Valverde apostó por Busquets en el mediocampo por Arthur.

Pero al Barça le tocó sufrir hasta el final, aunque mereció la pena. Porque el cuadro blaugrana se proclamó campeón, recibiendo el trofeo de las manos del presidente de la RFEF, Luis Rubiales.