Villarreal y Huesca firman tablas insuficientes

A falta de 3 jornadas por disputarse en la máxima categoría del fútbol español, Villarreal y Huesca aún se encuentran en una situación comprometida por no bajar de división. Cierto es que los aragoneses son los que lo tienen más crudo para salir del pozo, pues 7 puntos los separan del Girona. Sin embargo, el equipo de Francisco demostró que no teme a nada ni nadie y que, hasta que las matemáticas no digan lo contrario, pueden salvarse. Para el vital choque, la baja más sensible de los dos onces de gala la tenía el Villarreal, pues Iborra era baja por acumulación de tarjetas.

De rabona para el 1-0

Se sabía que el partido iba a ser vibrante, pues, si al Villarreal el empate le servía de poco, menos aún lo era para el Huesca. Tanto era así, que en el primer minuto de partido ya tuvieron que intervenir los dos porteros a las jugadas del Chimy Avila primero, y de Chukwueze después. La intensidad del encuentro era tremenda, y lo convertía en un constante ida y vuelta precioso del que cualquiera hubiese podido salir beneficiado. Aunque no hubiesen oportunidades claras, era el Villarreal quien se aproximaba con mayor peligro.

Poco a poco el Villarreal iba adueñándose del balón, aunque los pupilos de Calleja no conseguían trenzar jugadas claras más allá del desborde en banda de Chukwueze o Ekambi. De hecho, la clarividencia del Villarreal se limitaba al manejo del balón de Cazorla y, en pocas ocasiones, de Fornals. De este modo, el gol del Villarreal no podía tardar en llegar, pues el dominio no era apabullante pero si notable. Subió el 1-0 al marcador obra de Fornals, tras una enorme conducción de Chukwueze. El castellonense remataba de rabona, pero el balón no entraba limpiamente sino que chocaba con su pie de apoyo para despistar a Santamaria. Se adelantaba el Villarreal con una gran dosis de suerte, la que no han tenido en toda la temporada.

Tras el gol, el partido siguió la misma hoja de ruta que antes del gol -el cual llegaba accidentado, o no llegaba-. El Huesca llegó a estirar sus líneas y jugar en campo contrario en los últimos compases del primer tiempo, e incluso tuvo el empate Chimy Ávila, pero el marcador no se iba a mover.

Empate acrobático del Chimy

El segundo tiempo empezó mucho más pausado que el primero. Se dejó de ver el corre-calles de la primera mitad, en el cual el centro del campo no tuvo protagonismo más allá de Cazorla; para evolucionar hacia un fútbol más elaborado por parte de ambas escuadras, donde jugadores como Moi Gómez empezaron a brillar. Claro, el control de las jugadas y del tempo equivalía a menos oportunidades y/o acercamientos, los cuales apenas existieron hasta el minuto 60.

La victoria del Villarreal era la sentencia al descenso para el Huesca. A falta de media hora, Francisco quemaba sus naves y daba entrada al Cucho y a Melero. Aunque la idea era buena, ésta no se plasmaba en el terreno de juego, pues era el Villarreal el que llegaba más y con más peligro. Sin embargo, a partir del protagonismo de Moi Gómez sobre el campo, el Huesca conseguía empatar con un remate acrobático del Chimy Avila. Era el 1-1, y, en la jugada siguiente, a punto estuvo de llegar el 1-2, pero Andrés lo evitó. El Huesca iba con todo a por la victoria, y los fantasmas de pasadas derrotas dolorosas sobrevolaba La Cerámica.

El que tuvo más cerca la victoria fue el Huesca, quien consiguió encerrar atrás al Villarreal en los instantes finales de partido. Y, aunque el plan de Francisco empezó a funcionar, la remontada no se dio a tiempo, y no llegaron a perder gracias a Pulido, que cortó, de forma tajante, el mano a mano de Fornals con Santamaria.

Con el 1-1 final, ni el Huesca se acerca a la permanencia ni el Villarreal se aleja del pozo. El Huesca, a 7 de la permanencia con 9 por disputarse; el Villarreal, 5 por encima.