El Celta quiere comerse al Barcelona

El Celta hará pasillo al Barcelona este sábado en Balaídos para honrar al vigente campeón de la Liga Española, a la que aún le restan 3 jornadas para su conclusión. Y parafraseando el titular de la previa del partido de este sábado, llega la iniciativa de los choripanes – fungibles clásicos de fiestas medievales olívicas- y la cerveza gratuita, para testar el ambiente y actuar como acicate para este encuentro vital en el devenir de los locales de cara a la próxima temporada.

El Barcelona acude a Vigo con los deberes de la competición doméstica hechos, pero querrán mantener su imbatibilidad, la cuál dura desde el 11 de noviembre, cuando fueron sorprendidos por el Betis en el Camp Nou por 3 tantos a 4, lo que les encadena en las 23 jornadas sin hincar la rodilla ante nadie. Otro aliciente en juego sería la virtual bota de oro de Leo Messi, que tiene acechando a Kylian Mbappe (con 30 goles en la Ligue 1), pero no viajará a Vigo y tendrá las 2 últimas jornadas para mantenerla.

Y es que los culés no quieren más sorpresas en los actos continentales, pese a doblegar al Liverpool por 3-0 en la ida de las semifinales, ya que tienen sin cicatrizar la profunda herida del Olímpico de Roma del 10 de abril del año pasado, cuando precisamente despreciaron una renta de 3 goles, que les echó de la Champions. Ernesto Valverde deja en la ciudad condal además del astro argentino, a Luís Suárez, Ter Stegen, Jordi Alba y a Gerard Piqué, entre otros. Se caen por acumulación de amonestaciones los centrocampistas Sergi Busquets e Ivan Rakitic.

Por contra, en la enfermería de A Madroa, sólo está el turco Emre Mor aquejado de un esguince de tobillo. Fran Escribá, quién este viernes cumplía 54 años, podrá contar el resto de la plantilla tras las recuperaciones de Iago Aspas, de su esguince de clavícula en un desafortunado choque con el meta pepinero Iván Cuéllar y del capitán Hugo Mallo, que se lastimó en dicho juego.

Floja semana de los olívicos en su carrera por huir de los 3 puestos condenatorios, tras dos empates a domicilio ante Espanyol y Leganés. A la postre insuficientes por las victorias de Valladolid el martes, Levante el miércoles y Girona el domingo, que les hace igualar con granotas y catalanes, pero que reduce el margen con los pucelanos a 2 puntos, quiénes marcan la zona de descenso con 35 puntos.

En cuanto a los antecedentes en Balaídos entre ambos, el Celta no pierde desde abril de 2015, cuando un solitario cabezazo del galo Jeremie Mathieu supuso la inmerecida victoria culé. En las 2 temporadas siguientes, los célticos fueron quienes de endosarle 4 tantos al considerado mejor equipo del mundo del momento. En septiembre de 2015, surgió toda una oda al fútbol disfrutada por Balaídos con el doblete de Iago Aspas -robo en el primero, mas genial picadita a Ter Stegen y sombrerazo a Dani Alves y contrataque bien definido en el segundo-, Nolito y Guidetti. Poco más de un año después, acaeció el vendaval de los hombres de Berizzo en la primera parte, llegando al descanso 3-0 y sufriendo hasta el último minuto, gracias al hat-trick de Gerard Piqué cimentado en jugadas a balón parado. Ya la temporada pasada, sendos empates, tanto en Copa con un Barça dando descanso a sus pesos pesados (1-1) y en Liga (2-2), con el entorchado muy encarrilado y el Celta a punto de ser el primer verdugo de los azulgranas en el torneo local, si no es por la torpe definición de Lucas Boyé en el descuento.