El Extremadura se impone por la mínima y pone fin a los sueños del Nàstic
La victoria por la mínima del Extremadura rompe las esperanzas de salvación del Nàstic
Gimnàstic de Tarragona y Extremadura UD se enfrentaban en el Nou Estadi en un partido correspondiente a la trigésimo séptima jornada de La Liga 1|2|3. El conjunto local necesitaba la victoria como el comer para seguir soñando con la permanencia. Los extremeños, por su parte, llegaban con cuatro victorias consecutivas bajo el brazo que le han permitido alejarse del infierno.
Ike Uche tan solo necesitó 90 segundos para chutar a portería, aprovechando un perfecto recorte de Viti. Casto no tuvo ningún problema para atajar el balón, pero ya era el primer aviso. El Nàstic quería agarrarse con todas sus fuerzas a la posibilidad de la salvación y salió dispuesto a comerse el mundo.
Empuje grana
Los catalanes jugaban con las ideas claras y las ocasiones iban llegando. Fali probó fortuna con un certero disparo de falta que la barrera consiguió desviar. Casto no podía respirar tranquilo ni un segundo y, a continuación, Uche recibió un balón perfecto dentro del área, completamente solo. Problemas para controlar el esférico permitieron al portero pacense salir de su zona y poner una mano salvadora. Menos de dos minutos pasaron hasta que el nigeriano lo volvió a intentar, rematando un córner que se fue ligeramente alto. El Nàstic ya había disparado a puerta más veces que en todo el partido contra el Sporting. Y eso, en poco más de 10 minutos.
Los almendralejenses no querían quedarse atrás, pero no conseguían pisar el área sin jugadas a balón parado. Todo lo contrario que la ofensiva tarraconense liderada por Uche, un quebradero de cabeza para la defensa del Extremadura . En el minuto 21, Casto tuvo que lanzarse para atrapar el cabezazo de Viti. Se empezaba a cocinar el gol.
27 minutos necesitó el Extremadura para oler la portería. Mikel Villanueva no pudo rechazar el saque de portería, por lo que Ortuño, a placer, hizo el pase de la muerte dirigido a un solitario Perea, quien llegaba desde segunda línea. La primera aproximación de los visitantes obligó una parada de mérito de Isaac Becerra. Los de Manuel Mosquera querían demostrar que su racha de cuatro victorias consecutivas no era una casualidad. El partido, cada vez más igualado, era frenético. Superado el minuto 30, Thioune tuvo uno de las oportunidades más claras de la primera mitad con un lejano cañonazo que dio de lleno en el palo.
Pipa, Kike Márquez y Uche por partida doble buscaron inaugurar el marcador, pero el gol se resistía a hacer acto de aparición. La nota negativa de los primeros 45 minutos la puso Pipa, quien tuvo que ser sustituido por problemas físicos. Al descanso se llegó con el 0-0 inicial. El Nàstic había tenido más y mejores ocasiones para ponerse por delante, pero Becerra tampoco había podido respirar con tranquilidad. Era un empate que solo favorecía los intereses visitantes.
Reacción tardía y fin de un sueño
Un par de córners dieron comienzo a la segunda parte. Un recuperado Extremadura no tardó en dar el primer aviso. Alfredo Ortuño recortó a Mikel Villanueva en el punto de penalti y, incomprensiblemente, chutó fuera cuando lo tenía todo de cara para marcar. El error pudo costarle caro a su equipo y es que, un minuto más tarde, fue Pol Valentín quien tuvo una clara oportunidad que hizo volar a Casto. Los segundos 45 minutos empezaron como habían terminado los primeros: con dinamismo y ocasiones.
Kike Márquez con una falta directa que salió alta, Pol Valentín con un fuerte disparo al cuerpo de Casto y un flojo intento de Uche desde fuera del área se sucedieron con el mismo éxito. El Nàstic no estaba teniendo suerte con las lesiones y Mohamed Djetei fue la segunda víctima del encuentro, quien tuvo que pedir el cambio. A partir de aquí, la intensidad empezó a decaer. Las aproximaciones seguían, pero las ocasiones perdían protagonismo en favor de las faltas.
Cuando se entraba a la recta final del encuentro, los pupilos de Enrique Martín volvieron a apretar. Sabían que el triunfo era obligatorio para seguir soñando con el ascenso. El peligro se generaba de las botas de Pol Valentín y Abraham, quienes subían constantemente por sus respectivas bandas. En el minuto 80 se produjo la polémica del encuentro. Mikel Villanueva cayó dentro del área rival, pero el colegiado Iglesias Villanueva no señaló nada, provocando la furia del respetable.
Cuando el Nàstic más dominaba, se produjo la debacle. En un contraataque, Olabe le dejó un balón perfecto a Alfredo Ortuño quien, a placer, solo tuvo que empujarlo. El Extremadura se adelantaba en el marcador y dejaba al Nàstic con poco tiempo de reacción. El gol provocó las quejas de un sector del público. Cansado, reclamaba la dimisión de la directiva grana. El Nàstic siguió intentándolo, pero la suerte, una vez más, le dio la espalda.
Finalmente, el partido acabó con una victoria visitante por la mínima. El Nàstic dominó la mayor parte del encuentro y tuvo el mayor número de ocasiones, pero el Extremadura pudo capitalizar las suyas. Con estos tres puntos, el Extremadura acumula su quinto partido consecutivo ganando. Los de Almendralejo se colocan en décimo octava posición, con 45 puntos. Por su parte, el Nàstic sigue hundiéndose en la zona de descenso, en el vigésimo primer puesto, con 28 puntos, y está cerca de convertirse en equipo de Segunda B. Las matemáticas dictan que aún existen posibilidades, pero estas son cada vez más remotas. En la siguiente jornada los granas recibirán al Mallorca en casa, mientras que el Extremadura recibirá al Real Zaragoza en el Francisco de la Hera.