Día triste y de despedida en Lezama. Arropado por Aitor Elizegi, directivos, el director deportivo Rafa Alkorta, Iribar, Gurpegui, junto a compañeros de equipo y técnicos, arroparon a Markel Susaeta se despedía del Athletic leyendo un comunicado mezclando euskera y castellano.
Quería reflejar mis sensaciones actuales, si preguntas ni respuestas que ya tendremos tiempo de hablar durante las próximas semanas. No olvidemos que el equipo se juega mucho el domingo y que entre todos tenemos que centrarnos única y exclusivamente en acabar bien la temporada.
Todos estos años he puesto todo mi empeño para intentar devolver el cariño que se me daba, en cumplir las ilusiones que la afición deposita en ti, en poner mi granito de arena para hacer más grande si cabe al Athletic. Siempre he intentado con mayor o menor acierto dar el máximo en el campo, que es el único sitio en el que he hablado en estos últimos 12 años en los que he tenido la suerte de formar parte del primer equipo.
Cualquiera que me conozca sabe que soy una persona discreta, a la que no le gusta dar titulares ni la exposición mediática. Es por eso que la controversia que se ha dado esta última temporada en torno a mi renovación me duele mucho.
Quizás el culpable sea yo por no haber dicho una palabra más alta que la otra, por haber antepuesto el interés del club por encima del mío o por haber aceptado siempre el rol que me tocara, en cualquier circunstancia o momento.
Siendo así, tras meditarlo mucho en los últimos meses, he comunicado a la dirección del club que no quiero continuar la temporada que viene ya que creo que lo mejor para ambos es que no siga en el club. No he hablado en toda la temporada de mi situación, salvo cuando se me ha preguntado directamente o cuando se han comentado cosas que no eran ciertas, como por ejemplo el hecho de que había recibido una oferta por parte de la anterior junta (la de Josu Urrutia), cuando no era así
Cuando me senté a hablar el pasado jueves con el club transmití mi decisión de no conocer siquiera el contenido de la oferta. Es en ese momento cuando la dirección del club intenta que reconsidere mi postura y continúa en el equipo lo cual agradezco.
Sin embargo, como les expliqué ese mismo día, a pesar de que mi sueño era ser un One Club Man del Athletic las circunstancias no han ayudado a que esto suceda. Permitidme no entrar en ellas que siga siendo ese jugador discreto y responsable que he tratado de ser siempre y más en los últimos años con la responsabilidad que como capitán contraje.
Por eso creo que es el momento de dar un paso a un lado y apoyar al club como socio y no como jugador. Todo esto es muy reciente. No sé dónde estaré la campaña que viene ni me lo he planteado aún. Eso sí, será jugando al fútbol porque es mi pasión, lo que me gusta y sigo teniendo la ilusión de ir a entrenar y jugar cada día.
Muchas gracias a la afición por apoyarme en los buenos y sobre todo en los malos momentos, siempre habéis estado ahí. A todos los entrenadores que he tenido en mi andadura. De todos ellos he aprendido cosas positivas que me han hecho mejor jugador y mejor persona.
A los empleados del club, qué decir. Hacéis que nuestro día a día sea inmejorable y que solo nos tengamos que preocupar de jugar al fútbol. Y lo más importante que me llevo son amigos, amigos de verdad, amigos con los que te irías a la guerra. Son muchos años dentro de un vestuario y sé que os voy a echar de menos en el día a día, pero sabéis que nos seguiremos viendo para siempre.
Me siento orgulloso de haber vestido la camiseta del Athletic estos doce años. Ha sido un honor.
AUPA ATHLETIC!