El domingo 12 de mayo de 2019 será recordado entre los peores dias del conjunto blanquivermell, ya que después de tres intentos fallidos de ascenso y de por fin llegar a su objetivo de jugar en la división de oro, la segunda temporada se ve lastrada con este amargo final. A falta de un partido por jugar el Girona FC está descendido virtualmente, y solo un milagro evitaría al equipo de Eusebio de acompañar a Rayo y Huesca. Por otra parte el conjunto granota respira tranquilo después de ponerse a seis puntos del descenso y confirmar su permanencia.
El partido empezó con un Girona muy abierto a buscar ocasiones de gol. Christian Stuani tuvo un par de oportunidades buenísimas nada más empezar el partido, pero el guardameta de los visitantes estuvo acertado. A medida que el encuentro continuaba, la potencia inicial del equipo local iba disminuyendo y el equipo valenciano iba disponiendo de ocasiones más constantemente. Pese a estas el marcador no se movió en toda la primera mitad.
Cuando el árbitro ordenó a los jugadores la vuelta al césped se respiraba tensión. Los locales necesitaban la victoria si o si, y se dispusieron a buscar el tanto. Choco Lozano remató un buen balón pero salió desviado para desgracia de los aficionados de Montilivi. Estos tendrían que esperar hasta el minuto 60 para reventar de alegría. El portero levantino, que había salvado a su equipo en varias ocasiones la primera mitad, erró en el despeje y Stuani anotó un tanto que hizo creer en el milagro.
Pero el partido aún no había terminado, el conjunto granota quería guerra y asegurar su permanencia para la siguiente temporada. Por base de un cabezazo de Morales lograron poner un empate que de nada servía al conjunto local para optar a continuar en La Liga. Y luego vino el drama, un gol en el 86 de Bardhi dió la victoria a los visitantes y dejó a los locales al borde de segunda.