La Final Four ya es una realidad. Tras empezar a competir en octubre, sólo cuatro equipo se han plantado en la decisiva fase final, tras superar una dura fase regular y unos competitivos playoffs. Y uno de ellos ha sido el Real Madrid de Pablo Laso.
El Real Madrid ha llegado a la Final Four con un bagaje mucho mejor que el del año pasado. Los blancos finalizaron la fase regular terceros, con un diferencial de 22 victorias y ocho derrotas, y sellando mucho más pronto la clasificación para los playoffs con factor campo favorable. Sólo fue superado por Fenerbahçe y CSKA, más regulares y con menos fallos que los españoles.
Los playoffs se presumían una tarea muy complicada para el Real Madrid. El cruce destinó que los blancos se enfrentasen a todo un clásico europeo, el Panathinaikos, mismo rival que la temporada pasada, aunque esta vez con factor campo favorable. Con la llegada de Rick Pitino al banquillo griego, los helenos habían dado un salto de calidad en su juego y el rush final de la fase regular fue brillante. A pesar de ello, los madrileños liquidaron la eliminatoria por la vía rápida: 3-0 y con Facundo Campazzo a un nivel estelar.
Todo esto ha plantado un año más al Real Madrid en la Final Four. A pesar de las diez Euroligas que atesora el equipo blanco, la larga travesía de 14 años por el desierto, en los últimos nueve años, los madridistas se han plantado en siete finales a cuatro. Todo un mérito que reconocer a Pablo Laso, que de vuelto al equipo a la regularidad. Una plantilla que, en comparación con el año pasado, llega con menos lesiones: de los 256 días que se acumularon con jugadores de baja, este año sólo llegan con 99.
Además, los números con los que llega el Real Madrid invitan al optimismo. Los blancos son los mejores entre los cuatro clasificados a la Final Four en la defensa y en los rebotes. El equipo de Pablo Laso encaja 0.93 puntos por cada posesión, y atrapa el 52.2% de los rechaces. Buena culpa de ello lo tienen jugadores como Jeffery Taylor o Walter Tavares. Por el contrario, en la ofensiva son el peor de los cuatro, aunque también tienen un número muy poderoso: anotan 1.03 puntos por posesión.
El Real Madrid está listo para la batalla. La Undécima está marcada en rojo en la mente de los jugadores blancos, y lograrla sería el culmen definitivo a una temporada que vuelve a ser brillante en la dirección de Pablo Laso.