Sevilla |
2 | 0 | Athletic |
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Hoy, sábado -18 de mayo-, se disputa la última jornada de LaLiga Santander. Y el Ramón Sánchez-Pizjuán fue el escenario para cerrar la temporada del Athletic Club de Bilbao y, como es lógico, del Sevilla FC. El partido, no sin polémica previa, comenzó bajo el sol abrasador de la capital andaluza, en un horario que no dejó a todos conformes. Sánchez Martínez haría sonar sus silbato con el pitido inicial cuando el reloj marcaba las 16:15, en horario peninsular.
Un partido que fue noticia desde el inicio debido a una baja presencia en el estadio sevillista, una franja horaria que impide completar la asistencia habitual. Sin embargo, a los fieles feligreses que se exponían al candente sol de mayo trataron de hacerse notar e intimidar al rival. La primera parte comenzaba y transcurría dejando una sensación de apatía. Un estadio adormilado, donde únicamente un pequeño sector de la grada alentaba sin descanso. El balón surcaba los cielos de la capital hispalense en un desesperado intento de recibir cariño. Ninguno de los dos equipos quisieron arroparlo y quererle. Pocas veces se pudo presenciar -durante los primeros cuarenta y cinco minutos- jugadas combinativas.
La desgana estaba siendo uno de los principales protagonistas, junto al sol, acopando la participación del espectáculo y el buen fútbol. Media hora tuvo que pasar para que el público se levantara de su asiento y gritara. Un saque de esquina botado por Vidal -desde el costado diestro-, el balón pasó el primer palo para encontrarse con el acertado cabezazo de Escudero, quien fue incapaz de dar la ventaja a los suyos. Herrerín solo pudo ver como el esférico acariciaba el poste diestro.
Un partido sin dueño, los leones con las garras limadas y los dientes bien guardados, sin intención de atacar a su presa. Aunque, poco se diferenciaba de los gladiadores hispalenses, quienes por un momento olvidaron su espíritu y actitud en el vestuario. Poco estaba ocurriendo en Sevilla, más allá de una pelota que surcaba el cielo.
Pero, al parecer, en medio del desierto (por clima, ambiente y sensaciones) esperaba un oasis donde se susurraba la marsellesa antes del griterío de los aficionados locales. Navas encaró a Yuri, este le dio espacio -he aquí el error del jugador del Athletic- suficiente para levantar la cabeza y fijar el destino de su balón. Un francés revoloteaba -comos siempre- por el área para anticiparse a Íñigo, quien no detectó al delantero sevillista, y rematar a bocajarro. En primera instancia Herrerin consigue parar el primer remate, en un gran ejercicio de reflejos, pero el rechace quedó muerto para que Ben Yedder terminase lo que dejó a medias.
El primer tiempo dejó un gol en el minuto cuarenta y cuatro y poco fútbol, emoción y ganas. Ambos quedaron absorbidos por la atmósfera, y viceversa. Sin embargo, este gol pone en riesgo la séptima plaza ocupada por el Athletic. Un punto necesitan los de Garitano para entrar en las rondas clasificatorias de Europa League.
Los segundos cuarenta y cinco minutos daban entrada al partido y -aparentemente- sin la intención de endulzar un partido de sabor amargo. El segundo tiempo tenía la intención de seguir la tónica dominante de su predecesor. Un estadio mudo, equipos apáticos y el fútbol en segundo plano. Técnicos gesticulando y conservando su estancia más fuera que dentro del banquillo. Un clima cálido y sin nada que destacar.
Aunque, Nervión tembló, la grada despertó -y de que manera- rugió ante una jugada polémica. Minuto sesenta y cinco y Beñat dispara en busca del empate. El balón que acarició el ‘7’ del Athletic golpeó en en la mano de Mercado. Una mano completamente pegada al cuerpo, sin embargo, Sánchez Martínez no dudó en pitar penalti para los leones. Ahí el estadio abandonó su condición de ‘Bella durmiente’. Los pitidos contra la decisión arbitral tronaron el estadio. Sánchez Martínez es llamado por la sala VAR para que revisara la polémica acción. Hizo bien, «rectificar es de sabios», al final el penalti nunca llegó y el marcador continuó con el uno a cero.
El Ramón Sánchez-Pizjuán volvió a rugir, el público en pie, más que para despedir al ‘Mudo’ Vázquez, para recibir la entrada de la joven promesa sevillita, Bryan. Lejos de pequeños detalles de ambiente, de la grada, en el césped el partido era lento. El balón por fin recorrió su curso natural, por el césped. Las jugadas rápidas, las que de verdad ponen en serios apuros a las estructuras defensivas, no aparecieron en todo el partido. El Athletic comenzó a aparecer por ambos costados, con centros laterales que no incomodaron en ningún momento a Vaclik.
En los minutos de descuento, con un Athletic necesitando ese empate que les diese la entrada en Europa, encontró el final más cruel para los vascos. El desenlace del partido pasaría del empate y su billete certificado a las rondas previas de la Europa League, al dos a cero.
En un saque de esquina Íñigo Martínez mandaría el balón directo a la cepa del poste. La jugada no acabaría aquí, puesto que en la réplica de los locales alcanzarían el segundo gol por mediación de Munir. Un rápido y confuso contraataque donde sale Herrerín sin fortuna. Bryan se desprende del portero del conjunto vasco para jugar con Ben Yedder. El francés, lento en el control, posibilitó al portero ocupar más portería consiguiendo despejar el balón que acabaría en los pies de Munir.
Ficha técnica |
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Sevilla: Vaclik, Navas, Mercado, Kjaer, Escudero, Amadou, Rog (Gnagnon, min 45), Franco Vázquez (Bryan Gil, min 66), Aleix Vidal (Nolito, min 78), Ben Yedder y Munir | |
Athletic: Herrerín, Capa, Yeray, I. Martínez, Balenziaga (Ibai, min 19), Beñat, Dani García (San José, min 72), Muniain, Raúl García, Yuri y Williams (Aduriz, min 72) |
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Goles: 1-0, M.44: Ben Yedder. 2-0, M.92: Munir | |
Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a Dani García (amarilla, 19); Raúl García (amarilla, min 29); Marko Rog (amarilla, min 35); Gnagnon (amarilla, min 56); Mercado (amarilla, min 62) | |
Incidencias: Partido de la trigésima octava y última jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 28.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones y temperatura agradable. |