Cierre de temporada sin goles

Triste cierre de temporada para Vitoria y Bilbao Athletic en un encuentro sin goles pero en el que si alguien mereció ganar fue el Vitoria. Los de Iban Fagoaga tuvieron muchas más ocasiones que su rival y también muy claras. Solo la falta de puntería y un gran Oleaga le impidieron la victoria. Triste despedida del Vitoria de Segunda ‘B’ y triste también el fin de la etapa de Aritz Solabarrieta al frente del Bilbao Athletic.

Arrancó mejor el partido el CD Vitoria que guiado por un incisivo Ángel López logró crear problemas a Hodei Oleaga, obligándole a intervenir por dos ocasiones antes de que se cumpliese el cuarto de hora de encuentro. Con el paso de los minutos la intensidad fue decayendo convirtiendo el partido en anodino y aburrido. Pero eso fue hasta que Salado, al 26′, reventó el travesaño con un trallazo que dejó con el molde a Jon Mikel.

Esa ocasión, la única de los katxorros en el primer tiempo, espoleó al Vitoria. Dieron un paso adelante y en los minutos finales del primer tiempo dispusieron de varias ocasiones, pero sin acierto finalizador. Obieta y Jaime Dios chutaron por encima de la portería de Oleaga y Xesc Regis, por dos ocasiones tuvo las últimas del primer tiempo para los vitorianos. Primero con un disparo a la media vuelta que despejó Oleaga y después con un disparo desviado por poco.

Tras el descanso el Vitoria siguió percutiendo la portería de Oleaga. El portero se hizo gigante para negarle el gol a Obieta tras un gran pase de Xesc Regis. Dos minutos después fue José Hernández, tras un córner, el que se topó con la madera. Pero todavía habría tiempo para un tercer disparo al palo. Sería Obieta al 73′ el que se encontraría por tercera vez con unos postes a los que Oleaga les debe aún estar agradecido.

En los minutos finales la intensidad del choque decayó. El Vitoria acusó el cansancio y no pudo seguir buscando con la misma frescura y periodicidad la portería del Bilbao Athletic. Tampoco el cuadro zurigorri logró hacer intervenir a un Jon Mikel que tuvo un partido bastante plácido y no tuvo que realizar apenas intervenciones para mantener invicta su meta.