79, 99 y 2019 comienzos de ciclo triunfal
Una final de Copa del Rey, el final de una década y el comienzo de un periodo de triunfos coinciden en el espacio tiempo en la historia del Valencia CF
Kempes, Mario Alberto «El Matador Kempes», en el 79 en Madrid frente al Real Madrid. Piojo y Mendieta, Claudio Javier «El piojo» López y Gaizka «el murciélago del escudo» Mendieta, en el 99 en la Copa del Rey de Sevilla. Estos dos precedentes históricos son el ejemplo a seguir por el valencianismo, ilusionado ante la posibilidad de reeditar viejas glorias coperas. Todo esto unido a la efeméride que indica que el Valencia CF ganó un título en todas las décadas de su historia y la presente está a punto de acabar. Todo es válido para generar ilusión, para viajar hasta Heliópolis con el zurrón de la esperanza lleno hasta arriba.
El 79, la Copa, la democracia y la reivindicación del valencianismo.
La icónica e histórica imagen de Kempes vestido con la Real Senyera en el antiguo Vicente Calderón ha quedado en la memoria de todos los valencianistas y su eco sonará en el recuerdo de cada generación blanquinegra. La vuelta a Valencia, el paseo triunfal por la ciudad, la reivindicación social y política de un momento intenso y crucial de la historia valenciana, factores que se unieron para que la celebración y la explosión de júbilo fueran aún mayores. 1979 no era solo el final de una década, era también el principio de algo nuevo, el cambio hacia la esperanza de tiempos mejores en lo fútbolístico, en lo político y en lo social.
El 99, la Copa del Rey y el fin de la travesía por el desierto
Un dragón en la portería, un murciélago por todo el campo y un piojo picando en ataque al lado de una cobra irregular pero mortífera fueron las armas que esgrimió el club de la capital del Turia para arrasar al Atlético de Madrid en otra de las finales disputadas al final de una década. Santiago Cañizares, Gaizka Mendieta, Piojo e Illie brillaron sobremanera en aquella final.
El primero fue un muro infranqueable y demostró que había vida más allá del Bernabéu. El rubio centrocampista marcó un gol que pasó y permanecerá en los anales de la historia de la competición y del fútbol español. No sería el único ni el último en su trayectoria. Aquella carrera desde el centro del campo hasta la portería rival. Aquel regate a Molina para certificar la victoria y aquella definición eterna con su zurda. Todos esos lapsos de tiempo fueron unos interminables segundos que llenaron de gozo a una generación de valencianistas que no habían vivido ningún título con su equipo.
2008, un oasis en el desierto
El espejismo que supuso la Copa del Rey del 2008 entre el desierto de títulos de las vitrinas valencianistas desde el doblete de 2004, no fue suficiente para calmar la sed de gloria y el ansia de triunfo de una afición que, generación tras generación, se ha acostumbrado a ver levantar trofeos a sus capitanes. Carrete y Mendieta tienen en Parejo a su digno sucesor.
Foto destacada: http://125aniversario.aguasdevalencia.es/
@VicentSarrion