Faltaban 11 jornadas para acabar la temporada y la situación era complicada. Aunque también era lo esperado. Contar con el presupuesto más bajo de la categoría y una plantilla con poca experiencia en Primera suponían un hándicap con el que cualquier aficionado o miembro del club contaba desde Agosto. Bien es cierto que el alegrón del ascenso, la llegada de Ronaldo y el gran primer tercio de temporada, invitaban a pensar en metas más altas. Afortunadamente casi todo el mundo pucelano tenía los pies en el suelo. Y en ello jugó un gran papel la directiva. A pesar de la racha del equipo, con el descenso cada vez más cerca, siempre se mantuvo la confianza en Sergio González y un respeto total y absoluto por su trabajo. También fue criticada la actitud de la directiva, por blanda, ante los errores en la aplicación del VAR sufridos. En todo momento la directiva, encabezada por Ronaldo, se mostró respetuoso con el trabajo arbitral, siempre en un tono moderado y transmitiendo serenidad al equipo.
Llegábamos a las últimas 10 jornadas con un subidón de optimismo tras ganar en Ipurúa por 1-2, con dos goles en el descuento. Pero el empuje duró hasta el partido siguiente en casa frente a la Real Sociedad. A pesar del buen partido no se pasó del empate, con nueva intervención polémica del Var. Los siguientes partidos fueron un puedo y no quiero. Se perdió en el descuento frente a Leganes, se cayó en casa frente a un Sevilla con más gol y se escaparon 3 puntos frente a un Getafe con 10, merced a un penalti en el descuento que supuso el empate. Por contra frente al Alavés se revivió lo sucedido en Vigo en la primera vuelta. Tras ir perdiendo 2-0 a poco de empezar, el equipo fue capaz de reponerse y acabar empatando. Un punto que no permitía salir de puestos de descenso pero suponía un refuerzo anímico para lo que se venía.
Quedaban 5 partidos y todo por decidir en la parte baja con hasta 7 equipos metidos en el lío. Y uno de ellos era el siguiente rival. El Girona arrastraba una racha de 5 derrotas que le había metido en problemas. Para el Valladolid era vital conseguir los 3 puntos. Un zapatazo de Michel en el 67 servía para conseguirlo y condenar aún más a los catalanes. La derrota en la jornada siguiente frente al Atlético dejó un mal sabor porque los pucelanos merecieron más, ante un fenomenal Oblak, y por la polémica una vez más con el VAR de por medio.
Pero el equipo ya venía en línea ascendente. El centro del campo volvía a ser comandado por Alcaráz y Michel que volvían a mostrar un buen tono físico. Un Kiko Olivas enorme en defensa aportaba seguridad. La dupla atacante Ünal-Guardiola empezaba a funcionar. Y en portería surgieron dudas y Masip tocó banquillo 2 partidos pero Yoel no supo aprovechar la oportunidad. Además la incorporación de Waldo había dado otro aire al equipo por la banda izquierda. Precisamente el canterano sería el autor del golazo que daba los 3 puntos frente al Athletic y que a falta de dos jornadas colocaba a los pucelanos un punto por encima del descenso que volvía a marcar el Girona. Y la dupla atacante sería decisiva en el encuentro de Vallecas que certificaba la permanencia.
Con Huesca y Rayo Vallecano ya descendidos, la última plaza de descenso se la iban a jugar Valladolid y Girona. En la penúltima jornada los primeros visitaban Vallecas y los catalanes recibían al Levante que no estaba salvado. Ünal adelantaba al Valladolid de penalti. Pero a medida que pasaban los minutos el Rayo, ya descendido, apretaba cada vez más. Los de Sergio sufrían con un ojo puesto en lo que hacía el Girona que mantenía el empate cuando Medrán marcó para los de Vallecas. No le valía al Valladolid ese resultado. Pero el sufrimiento no había acabado. En Girona el árbitro señalaba penalti y expulsión favorable a los catalanes. Minutos de incertidumbre ya que una victoria del Girona obligaba a los pucelanos a jugarse todo en la última jornada frente al Valencia que a su vez se jugaba la Champions… Tras consultar el VAR, el árbitro rectificaba. Guiños del destino, el VAR sonreía a los intereses pucelanos. Respiraba todo Valladolid. Y más aún cuando Guardiola conseguía volver a adelantar a los pucelanos. Tercer go de Guardiola esta temporada que han supuesto 7 puntos… Quedaba sellada la permanencia porque el Girona caía finalmente con un gol de Bardhi. Objetivo cumplido, sufriendo muchísimo pero salvados.
Mención a parte merece la afición. Los 20000 fieles que han acudido cada jornada a Zorrilla. Han sido pieza fundamental en la consecución de la permanencia, animando y apoyando al equipo desde la primera jornada. Y sufriendo con los once del césped. Decía Joaquín Robledo en El Norte de Castilla: «Es curioso esto del fútbol: lo pasamos bien pasándolo mal y además deseando que pase»