En Huelva los vientos de cambio ya se hacen notar. El Sporting, un de los equipos más representativos de la primera división española, sufrió esta pasada temporada más de lo esperado y se salvó de acabar en la nueva Primera B por muy poco.
Es por esto por lo que Antonio Toledo, entrenador y director deportivo del club onubense, siente que el equipo necesita una renovación profunda si quieren mantenerse dentro de la Liga Iberdrola, dado el salto importante en competitividad y profesionalización que la competición ha tenido, sobre todo en los dos últimos años.
Para empezar, las salidas del vestuario están siendo numerosas. El club agradece el esfuerzo y dedicación de las futbolistas que se marchan, pero no hay vuelta atrás. Sara Serrat, Meryem Hajri, Anita, Yulia Kornievets, Lice Chamorro, Alicia, Flor Bonsegundo, Albina Fomchenko, Ludmila Barbosa, Paloma López, Raquel Fernandes y Vera Diatel se despiden del equipo blanquiazul. En el caso de Anita, tras diez años como esportinguista, tendrá la oportunidad en los próximos días de despedirse en una rueda de prensa.
De la plantilla actual, seis jugadoras mantendrán la columna vertebral del equipo: Elena Pavel, Cinta Rodríguez, Patri Ojeda, Castelló, Irene Rodríguez y Sandra Bernal han renovado sus contratos y se construirá un equipo alrededor de estas jugadoras, bajo la supervisión de Antonio Toledo, cuya misión es la de acercarse más al nivel de los equipos grandes de la Liga Iberdrola.
Para ello, además de las nuevas incorporaciones que vendrán en las próximas semanas, habrá una reestructuración de la manera de trabajar. A partir de esta temporada, los entrenamientos serán por la mañana, para poder disponer de más tiempo y mejores instalaciones para preparar partidos y alcanzar un mayor nivel físico en las jugadoras, algo que hasta ahora no tenían. Este cambio se acerca más a la profesionalización del futbol en la entidad y para que, según palabras de Toledo, «las sesiones sean más largas y podamos tener más tiempo para mejorar y para corregir todos los errores«.
Sin duda un cambio de aires que el club necesitaba vivir para afrontar la próxima temporada con la garantía de poder luchar y seguir disfrutando de la máxima categoría del fútbol español.