Icono del sitio Grada3.COM

Cabral, «un dos nosos»

Parecía inevitable, pero muchos todavía conservábamos una pizca de esperanza de volver a verte una temporada más defendiendo la celeste con nuestro escudo en tu pecho. Se hace duro imaginar un equipo sin Gustavo Cabral en él.

Siete años después te marchas de un club que te debe mucho, más de lo que te ha dado, y quizás lo hagas en una de tus peores temporadas en Vigo, ya no a nivel individual, sino a nivel del equipo, ya que no ha sido nuestro mejor año sin duda. E incluso puede parecer que no sales como deberías, porque un jugador tan importante en este club se merece todo el reconocimiento posible. Pero creo que hablo en nombre del celtismo si digo que, sin duda, has sido y serás siempre uno de los nuestros.

Se hace difícil echar la vista atrás, pensar en los años en los que el Celta de Vigo ha hecho historia como club, y no verte a ti sobre el terreno de juego. La permanencia en el 2013, que hubiera sido imposible sin ese gol tuyo en Valladolid, las semis de Copa o el viaje más maravilloso que pudimos realizar por Europa…Fuiste capitán, fuiste referente. Sentiste los colores como tuyos propios, fuiste un celtista más.

Cabral y Augusto celebrando el gol del primero en Valladolid en la temporada 2012-13 (www.vavel.com)

Hay cosas difíciles de olvidar, y todos los momentos vividos con este equipo desde que llegaste son una de esas cosas. Ya no solo en lo meramente deportivo, sino que fuera del campo siempre tuviste las palabras adecuadas para esta afición que tanto te echará de menos la próxima campaña.

Gracias por cada balón que peleaste, por tu entrega y por tu respeto a la grada y al escudo. Gracias Cabral, por dejarte la piel en cada partido y por todas las veces que dedicaste una sonrisa y unas palabras bonitas a la grada. Jamás olvidaré lo último que nos dijiste, micrófono en mano, en el viejo Balaidos al acabar esta temporada. Hasta en los peores momentos, y con lágrimas en los ojos, supiste sacarnos una sonrisa.

(www.cadenaser.com)

“Es solo fútbol”, dicen algunos. Muchos jugadores vienen y van, al final esto es una profesión y vosotros sois trabajadores. Pero siempre hay quien no solo juega al fútbol y hace “su trabajo”, sino que además se integra, se empapa de la cultura, del club y se acaba haciendo uno más. Uno más en la ciudad, uno más en la grada, uno más en el escudo. Y tú fuiste uno de esos que jamás olvidaremos. Dejas una huella imposible de borrar.

(www.elcorreogallego.com)

Me cuesta bastante despedirme y sé que va a doler llegar a Balaidos en agosto y ya no verte. Pero desde Vigo te deseamos la mayor de las suertes en todo lo que se viene, tanto en lo profesional como en el ámbito personal. Esta siempre será tu casa, Cabrita, ya lo sabes. Que el fútbol te siga llenando la vida como lo ha hecho hasta ahora y ojalá te devuelva todo lo que le das a diario, y te recompense por lo injusto que ha sido con este equipo estas temporadas. Ojalá levantes la copa que con el Celta estos años no pudiste levantar.

Algún día para el Celta también llegará ese ansiado momento y jamás olvidaremos que el sueño empezó con vosotros. Con unos Tucu, Cabral, Berizzo, Iago Aspas… años atrás, cuando creyeron y nos hicieron creer. Cuando soñaron y nos enseñaron a soñar. Cuando consiguieron tocar las puertas del cielo para un club humilde como el nuestro.

Gracias por tanto, Cabral. Siempre serás “un dos nosos”.

 

Imagen vía: espn.com.ar

Salir de la versión móvil