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Una cita con la historia siete años después

Hace más de 2000 años Marco Tulio Cicerón, uno de los más grandes oradores de la época romana, dijo una frase que perdura hoy en día. Lo hace porque a lo largo de esos dos milenios se ha comprobado cierta en muchas ocasiones: «Quien olvida su historia está condenado a repetirla». Una frase que aquel filósofo, senador y político romano pronunció cuando la antigua Roma pasaba por momentos muy convulsos con el fin de una República y el comienzo de la dictadura de Julio César.

Hace ahora siete años y un mes, Mirandés y Atlético Baleares se citaron en un play-off de ascenso a Segunda División. Los rojillos, entrenados por Carlos Pouso, habían arrasado durante la temporada regular en el grupo II y habían llegado a unas históricas semifinales de Copa del Rey. El bombo hizo que se jugaran una plaza en la categoría de plata frente al cuadro balear. Los entrenados por Gustavo Siviero habían sido campeones en el grupo III. Al igual que el Mirandés, también lo fueron con suficiencia, algo que esta campaña bajo la dirección de Mánix Mandiola también ha sucedido.

Eran los dos mejores campeones de los cuatro grupos y se tenían que enfrentar entre sí. En la ida en Anduva, Aritz Mújika dejó el marcador en un 1-0. Un marcador que permitía a los rojillos acudir con ventaja a la vuelta siete días después. El Estadio Balear presentó una gran entrada en busca de una remontada. Angulo, en la segunda parte, igualó la eliminatoria. Pero a solo ocho minutos del final apareció el ídolo rojillo, Pablo Infante, para poner el 1-1. Los pocos aficionados rojillos presentes allí estallaron de alegría al igual que toda Miranda. Además, poco después, el capitán local David Sánchez se anotaba en su propia portería el 1-2. Un tanto que no hacía más que asegurar el ascenso rojillo.

Pablo Infante en un lance del encuentro de ida en Anduva

La historia se repite

En Miranda de Ebro seguro que no han olvidado el que fue su primer ascenso de la historia a la categoría de plata. Probablemente tampoco la afición baleárica lo ha olvidado, sino todo lo contrario. Querrá la revancha, ya que la historia caprichosa le ofrece esa posibilidad siete años después. Solo Fullana, capitán del Atlético Baleares, se mantiene hoy en día de los integrantes de las plantillas de hace siete años sobrevive hoy día en los equipos. Pero eso no quita que la caprichosa historia nos deje una bonita epopeya de fútbol. Una historia en la que solo falta el final, que puede ser igual que hace siete años o completamente diferente. El balón decidirá.

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