En pleno siglo XXI hay un Dorian Grey peruano. Se apareció en el mítico Maracaná para dar rienda suelta a su talento y otorgarle 3 puntos vitales a su Selección. Perú sufrió y estuvo abajo en el marcador frente a la combinado más débil de la Copa América, pero supo cambiar de piel para sacar a flote un barco que comenzaba a hundirse. Fue gracias a Paolo Guerrero, que a sus 35 años parece que el tiempo no ha tocado a su puerta. Si tiene un retrato guardado, por el bien del fútbol peruano, no debería destruirlo nunca.
El Perú de Gareca, fiel a su costumbre, saltó al campo con su habitual 4-2-3-1; un sistema que prioriza la tenencia de la pelota y su constante intercambio a lo largo de todo el terreno de juego. La Blanquirroja del DT argentino lleva bastante tiempo jugando a lo mismo: con sus dos laterales profundos y sus medios por bandas que se convierten en interiores; lo cual no es un problema porque cada vez lo hace de mejor manera.
La Bolivia de Eduardo Villegas, acorazada con un 4-4-1-1, es la antítesis de la selección del país vecino. A falta de calidad individual, con un equipo lleno de obreros, opta por defenderse y por el juego directo a su punta Marcelo Moreno. Es triste lo de Bolivia: después de la hombrada que llevó a los andinos a su primera Copa del Mundo en la era moderna del fútbol en 1994, ha sido el país que menos ha crecido futbolísticamente en la zona de Conmebol. Quizás la fórmula ultradefensiva que han presentado en esta justa continental no sea la respuesta.
El primer tiempo fue entretenido, con dos rivales que se conocen a la perfección y que intercambiaron golpes. El más certero de la primera media hora de partido fue obra del azar: un ataque ordinario de Bolivia, que parecía que no terminaría en nada, acabó con un tiro de Fernando Saucedo (quizás el mejor jugador de esta Bolivia) que pegó en la mano de Carlos Zambrano. Parecía que un fuera de lugar salvaría a los peruanos, pero el VAR rectificó. Tomándose bastante tiempo para ello, el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano decretó que había penal. Moreno lo convirtió en gol, parecía que otra tragedia comenzaba a gestarse para la escuadra de Gareca.
No fue así porque aparecieron los hombres con mejor pie de Perú, los artistas. La primera pincelada la puso Christian Cueva con un pase sensacional a Paolo Guerrero, que le ganó por velocidad a su marcador, se quitó de manera loable al arquero Carlos Lampe y firmó el empate. Para los que sean mendigos de buen fútbol, como decía Eduardo Galeano, esta jugada no tuvo desperdicio. Los de Gareca daban su mejor cara en el momento más oportuno y Paolo Guerrero se convertía en el único peruano en marcar en cinco ediciones distintas de la Copa América.
El gol del empate al filo del descanso fue un bálsamo para los jugadores peruanos, que saltaron con una confianza al segundo tiempo que no se les veía desde hace rato. Una vez más apareció Guerrero. El crack andino recibió la pelota en el flanco izquierdo, se tomó su tiempo y mandó un centro preciso que Jefferson Farfán terminó cabeceando ante la mirada de los desconcertados y titubeantes zagueros bolivianos. Perú le daba la vuelta al marcador en los primeros diez minutos del segundo tiempo.
Con la ventaja esfumada, Bolivia perdió la calma y se desdibujó. A pesar de ello, el conjunto de Villegas alcanzó a generar peligro en la puerta de Gallese. A Perú le ha afectado la pérdida de la pareja de centrales con los que se apuntó a Rusia: Luis Abram y Carlos Zambrano han tomado los lugares que dejaron vacantes Alberto Rodríguez y Christian Ramos (Rodríguez por una lesión que lo ha mantenido fuera de las canchas por 6 meses y Ramos porque fue perdiendo regularidad hasta quedar descartado de la lista final para la Copa América).
Perú, a pesar de todo, continuó siendo mejor. Selló su triunfo con un contraataque certero de los peruanos que pasó por los botines de Farfán y acabó en los de Edison Flores. “El Orejas” definió como un crack y mostró la calidad que tiene cuando se enfunda la playera peruana. Morelia debe buscar la forma para que rinda igual en la Liga MX, en Sudamérica no cabe duda de que es un jugador probado.
Perú se quitó los fantasmas que le persiguen desde Rusia, aquellos que dictan que el equipo juega bien pero no gana, para poner pie y medio en la segunda fase. Ahora le tocará el sinodal más difícil de todos: el local y gigante Brasil. Veremos hasta qué punto Gareca ha hecho crecer a la selección peruana. En Paolo Guerrero el equipo tiene la mezcla perfecta de un veteranísimo que juega con la frescura de un veinteañero.
@Ricardoguajiro