Luis Muriel ya es historia en el Sevilla FC, dejando una etapa no demasiado brillante en la capital andaluza. Y es que el club de Nervión ha hecho oficial en el mediodía de hoy su traspaso al Atalanta italiano, por lo que podrá disputar la Liga de Campeones durante la próxima temporada.
Muriel llegó a Sevilla en el verano del 2017 de la mano del decepcionante director deportivo Óscar Arias, que desembolsó por él una cantidad superior a los 20 millones de euros, convirtiéndose el de Santo Tomás en el fichaje más caro de la historia sevillista, un peso que no pudo, ni mucho menos, soportar.
No logró marcar hasta la cuarta jornada liguera, y tanto sus errores de cara a portería como su falta de ganas en determinados momentos de los encuentros terminaron por cansar a la afición blanquirroja. No contó demasiado para Pablo Machín en la primera mitad del curso pasado, por lo que se marchó cedido en invierno a la Fiorentina, donde sí mostró sus cualidades.
Esto ha provocado que el delantero haya seguido manteniendo un gran cartel en Italia, desde donde se han interesado multitud de equipos; y que Monchi haya podido elevar al máximo el precio de su traspaso, de 18 kilos finalmente, que, unidos a los 3 millones que ya abonó la Fiorentina por su préstamo, han amortizado prácticamente el importe que pagó el Sevilla por él.
El internacional colombiano, eso sí, despierta mucha ilusión en su nuevo club, donde tendrá la responsabilidad de portar el dorsal `9´; y es que siempre ha rendido en sus aventuras en Italia, tanto en el Lecce, como en el Udinese, la Sampdoria o precisamente la Fiore. Estas buenas actuaciones (también goleadoras, aunque no como un delantero puro) fueron, precisamente, las que llevaron a Muriel al club hispalense; pero parece que su hábitat natural es Italia.