Nadie duda en Gijón que la portería es, sin duda, la línea mejor cubierta. Con Diego Mariño y Dani Martín, el club gijonés tiene asegurada su portería para años. Máxime si contamos con la aparición de Christian Joel, que ya debutó en la última jornada del pasado curso. Por ello no sería nada extraño que uno de sus guardametas saliese este verano para aumentar su masa salarial. Y el que más cartel tiene es Diego Mariño.
Según apunta el Diario Vasco, el vigués es objeto de deseo del cuadro armero. La salida de Riesgo y la también posible de Yoel o Dmitrovic, dejan un hueco que debe ser cubierto en la plantilla. Sitio para el que Fran Garagarza quiere al guardameta gallego de 29 años y que está considerado uno de los mejores porteros de LaLiga 1|2|3. Pero a lo que no está dispuesto el director deportivo del Eibar es a un alto desembolso económico.
Mariño tiene una cláusula de rescisión asequible para cualquier conjunto de LaLiga Santander. Unas fuentes hablan de tres millones y otras la sitúan más cercana a cinco, pero en cualquier caso no supone un coste elevado para un conjunto estabilizado en la máxima categoría como el Eibar. No obstante la entidad no quiere realizar ese dispendio y busca fórmulas para abaratar esa operación.
El factor Jordi Calavera
Ahí es donde el Eibar quiere introducir jugadores en la operación para abaratar el fichaje del gallego. Concretamente uno que es objeto de deseo en Gijón como es Jordi Calavera. Hace una semana, la entidad armera impidió la salida de Calavera rumbo al Sporting donde ya estuvo en la campaña 2017/2018. Pero ahora, con el fichaje de Tejero, el tarraconense vuelve a encontrarse sin aparente sitio en Ipurúa y su salida es más probable.
Pero según el Diario Vasco el Eibar no se quedaría solo en la cesión del tarraconense otro año en Gijón, sino que buscaría introducir a un jugador más para abaratar la operación más aún. Se trata del central Unai Elgezábal (Urduiz, 25 de Abril de 1993), que las tres pasadas temporadas jugó cedido en Numancia y Alcorcón acumulando un total de 70 partidos y anotando un gol.
La operación, compleja y rocambolesca por la cantidad de actores que implica, está en fase embrionaria. Cuando se produzcan conversaciones entre los clubes, será el Sporting quien tenga la pelota en su tejado.