Francis Coquelin está viviendo su plenitud física, técnica y táctica a orillas del Mestalla. Su aportación es siempre muy valorada por técnicos y compañeros. A esto hay que sumar que su garra y coraje le ha granjeado el respeto y la admiración de toda la afición valencianista.
De Francia al mundo
Surgido en la inagotable cantera francesa, muy joven fichó por el Arsenal. En los «gunners» se incorporaría a los juveniles y posteriormente al filial donde se asentó y empezó a asomarse al primer equipo. Pese a su progresión, Wenger no confía en él para el primer equipo y sale cedido al Lorient francés. En Francia es titular y debuta en competición europea, lo que le vale para volver a Londres con más galones. Juega asiduamente pero para el experimentado técnico galo no es imprescindible y volverá a ser nuevamente cedido. Esta vez será a Alemania, concretamente al Friburgo, y lo hará tirado al costado izquierdo.
Trayectoria discontinua en el Arsenal
En la Bundesliga también muestra un buen nivel y retorna de nuevo a las órdenes de Arsene Wenger . Durante dos años y medio disfruta de su mejor época en la Premier League donde gana sus primeros títulos y parece asentarse definitivamente. Sin embargo, a comienzos de su tercera temporada vuelven los nubarrones de la discontinuidad y de la falta de confianza. En la primera parte de la temporada tiene poco protagonismo y sus participaciones van claramente decreciendo.
El Valencia busca competencia para Kondogbia
Durante la primera parte de la temporada el Valencia va como un tiro pero desde la secretaría técnica se busca una alternativa para Geoffrey Kondogbia. Coquelin se presenta como una buena opción de mercado y la zona noble de Mestalla no se lo piensa. Su debut se produce en Coruña sin casi haber pasado por Valencia, recién llegado de Londres. Marcelino lo pone de titular en banda derecha para sorpresa de todos, incluido el mismo jugador francés.
Dentro del terreno de juego es un seguro para sus compañeros, se ofrece siempre en la salida de balón y su labor táctica es fundamental para frenar las transiciones del equipo contrario. Es el equilibrio perfecto para la canalización del fútbol ofensivo que lleva el capitán Dani Parejo. Atento al cruce, abarcando mucho campo en la horizontal del medio campo. Se prodiga poco en ataque aunque tiene un buen disparo de media y larga distancia.
Fue uno de los jugadores más ovacionados en la final de la Copa del Rey y su trabajo en el control del juego interior blaugrana y en la zona de influencia de Leo Messi fue de lo más destacado en todas las crónicas.
@VicentSarrion