Hacía tiempo que no se hablaba de él en el fútbol nacional. Jairo Morillas Rivero (02/97/1993, Gilena) regresa a España para embarcarse en el ambicioso proyecto del CD Badajoz en Segunda División B.
Llega procedente de Japón, concretamente del V-Varen Nagasaki, donde apenas disputó cuatro partidos durante el año que perteneció al equipo japonés desde que llegó en julio de 2018 (2 en J1 League, 1 en Levan Cup y otro en la Copa de la Liga) y en el que no llegó a ver portería.
El jugador de 26 años se formó en la cantera del Sevilla, donde pasó 3 años logrando 7 goles. Años más tarde, el Espanyol se fijó en él para el equipo filial, donde explotó como delantero centro consiguiendo la cifra de 27 goles en 2 años en la categoría de bronce. Llegó a debutar con el primer equipo en Primera División, disputando 3 partidos. Girona y Numancia confiaron en él para disputar la Segunda División, consiguiendo 7 y 2 goles en 24 y 18 partidos respectivamente.
Fue en el equipo soriano donde sufrió una lesión de gravedad en el tendón de Aquiles que le llevó a pasar por el quirófano. En unas palabras recogidas del futbolista en una rueda de prensa con el Espanyol, reconoció que “fue muy duro. Le doy las gracias a todo el cuerpo médico y a los compañeros. Lo que quiero es encadenar semanas de entrenamiento para tener una oportunidad”.
El ariete andaluz llega con la máxima motivación y ganas para coger la forma de competición lo antes posible y ser el jugador que llegó a despuntar en el fútbol español.