Al punto de cumplirse un mes desde aquel Francia – Corea del Sur inaugural, esperamos la clausura. Las anfitrionas cayeron en cuartos ante una de las finalistas: Estados Unidos, y ante ellas estarán Países Bajos. El domingo se enfrentan en el terreno de juego por ver quién alza la preciada Copa del Mundo Femenina.
No es de extrañar que haya llegado Países Bajos si tenemos en cuenta que nos quedamos con unos cuartos de final conformados sólo por europeas y la selección del lejano oeste como la presentaban en L’Équipe cuando Estados Unidos se enfrentó a Francia. Las actuales campeonas de Europa, Países Bajos, son las que han resistido, tras eliminar a Italia y a Suecia, en cuartos y semifinales, por dos goles a cero y un uno a cero, respectivamente.
Su paso por semifinales no fue sencillo, tenían en frente a una de las mejores selecciones en cuanto a defensa, con la gran Magdalena Eriksson en el lateral izquierdo, y una portera como Hedvig Lindahl, que llegó a parar un penalti en octavos contra Canadá. Por eso el gol de Jackie Groenen en la prórroga llegó como agua de mayo. Países Bajos, como ya comentamos, sufre para sacar los partidos a pesar de contar con el que, a priori, es uno de los mejores tridentes de la competición: Lieke Martens (Fútbol Club Barcelona) por la derecha, Vivianne Miedema (Arsenal) en el centro y Shanice van de Sanden (Olympique Lyonnais) en la izquierda. Su centro del campo, con la conexión Arsenal entre van de Donk y Miedema delante, la bética van Dongen (no está de más que alguien sepa castellano, con buen acento andaluz, en esta final) y Spitse que aporta mucho peligro gracias a sus buenos centros en las acciones a balón parado; sumado a una buena defensa – entre ellas se encuentra la defensa del Fútbol Club Barcelona, Stefanie van der Gragt, cuyo tanto frente a Italia también ayudó a pasar a las semifinales – y a la portera van Veenendaal (también del Arsenal), nos da la sensación de que estamos ante un equipo compacto, capaz de llegar a una final de un Mundial y que puede ponerle las cosas difíciles a la temida Estados Unidos.
No están consiguiendo ganar los partidos con la soltura que uno esperaría, quizá porque falta ese brillo que todos esperábamos de una campeona de Champions como es van de Sanden, pero lo cierto es que su entrada en el terreno de juego revolucionó la banda neerlandesa. Son muchos minutos jugando en una temporada, y quizá tenga más peso de lo que podemos pensar sobre sus piernas. Con un juego más o menos arrollador, nos han dejado grandes detalles con las llegadas de Miedema – y su récord de goles como máxima goleadora de su selección por delante de Martens o van Persie -, o aquel gol magistral de tacón de Martens ante Japón.
Estados Unidos comenzó como favorita. Su estatus de actuales campeonas, su liga, hacen que nadie dudase que llegarían a la final, al menos, y ya lo han conseguido. Una selección que defiende las Barras y Estrellas, donde sus jugadoras mismas se han convertido en esos astros del fútbol femenino. Todo el mundo, incluso sin saber mucho de fútbol, ha escuchado el nombre de Megan Rapinoe por sus declaraciones polémicas sobre su gobierno, o la defensa que ella y sus compañeras han hecho de los derechos del colectivo LGTBI. Pero volviendo al fútbol, que es de lo que hablamos, la jugadora ha marcado goles decisivos en este Mundial: dos penaltis contra España y dos goles contra las anfitrionas que les dieron el paso a la semifinal. Contra Inglaterra no jugó ni un minuto (no sabemos si por alguna cuestión muscular) pero Christen Press y la otra estrella mediática de este equipo, Alex Morgan, se encargaron de ello. La futbolista californiana lleva una carrera envidiable, y ya sabe lo que es jugar en el estadio donde se disputará la final pues pasó un año (la temporada 2016/2017) en las filas del Olympique de Lyon, antes de regresar a Estados Unidos, al Orlando Pride. Tobin Heath, Ertz o Lavelle, seguramente, también serán protagonistas con sus detalles de juego en la final, al igual que Alyssa Naeher, que está dejando muy buenas actuaciones. Sobre todo en semifinales: si alguien podía detener al ataque inglés erra ella, haciendo que Ellen White y sus compañeras vieran frustrados sus intentos de cara a portería.
En el área técnica tenemos dos seleccionadoras muy diferentes, en formas y modelo de juego. Jill Ellis juega a competir, al juego de potencia, a buscar alguna oportunidad para hacer gol. Sarina Wiegman es de la vieja escuela europea, porque aunque Ellis es inglesa, pronto se fue como jugadora y se formó íntegramente en el fútbol practicado en los Estados Unidos, mientras que Wiegman ha sido criada con el totaalvoetbal (fútbol total), comenzó a jugar con el pelo corto para que la dejaran mezclarse con su hermano y sus amigos en los Países Bajos, a finales de los setenta y principios de los 80, donde irrumpía la figura de Cruyff como máximo referente. Por eso vemos su juego más elaborado, aunque esté costando en algunas ocasiones llegar a despuntar y llegar a portería y demostrar su valía en este Mundial.
Con este partido nos despedimos de un Mundial de Francia que ha dejado muy buenas impresiones a nivel global y ha sido un resurgir para el fútbol femenino. Desde Times Square con la acción de Nike llena de pancartas y pantallas gigantes para ver los partidos, a la marea naranja de Países Bajos que ha inundado las calles de Francia. No podemos olvidar el último dato de audiencias que nos llegó desde allí, después de los datos de récord en Italia o Noruega: la semifinal contra Suecia fue vista por cinco millones de neerlandeses en un país de tan sólo diecisiete. Además, esta cita mundialista ha coincidido con la puesta en marcha de un programa por parte de la UEFA para impulsar el fútbol femenino. Aleksander Ceferin, su presidente, ha prometido aumentar la inversión y lanzar campañas que lo promuevan. De hecho, en diversas ciudades de Francia se han realizado actos. La última semana, el ex futbolista Robert Pirès participó en uno de ellos, donde habló de la importancia de este Mundial:
“Espero que abra los ojos y la mente de muchos hombres”.
También hemos visto a figuras destacadas del masculino como Samuel Eto’o, apoyando a la selección de su país, David Beckham con su hija hizo lo mismo con las Lionesses, o José Mourinho, en el partido de Francia contra Estados Unidos, muestra de que cada vez más figuras destacadas se unen a sus colegas de profesión. En la final estarán dos referentes de la Oranje: Louis van Gaal, y el jugador del año (con permiso de otros neerlandeses, sólo él ha sido ganador de la Champions y elegido Mejor Jugador de la Premier, curiosamente junto a Vivianne Miedema, elegida Mejor Jugadora de la FA WSL), Virgil van Dijk.
Veremos qué fútbol se impone, si el neerlandés o el estadounidense, en una final donde podremos disfrutar de los grandes nombres de un continente y de otro, y que será el broche final a este Mundial Femenino que nos ha dejado tan buenos momentos.
Ficha técnica: | |
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Posible once Países Bajos: Van Veenendaal, Van Dongen, Bloodworth, Van der Gragt, Van Lunteren, Spitse, Van de Donk, Groenen, Martens, Miedema, Van de Sanden. | |
Posible once Estados Unidos: Naeher; O’Hara, Dahlkemper, Sauerbrunn, Dunn; Lavelle, Ertz, Horan; Heath, Morgan y Rapinoe. | |
Árbitra: Stéphanie Frappart | |
Estadio: Stade des Lumières (también conocido como Parc Olympique Lyonnais o Groupama Stadium) | |
Horario: Domingo, 7 de julio, a las 17:00 horas |
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