El Real Madrid ha comenzado este miércoles su viaje a tierras norteamericanas, donde llevará a cabo su tradicional pretemporada. En este viaje se han visto varias caras nuevas, y es que el conjunto blanco ha realizado ya varias incorporaciones en este mercado tanto en la defensa, con fichajes como los de Mendy o Militao, como en la delantera, con grandes fichajes como Jovic o Hazard.
Sin embargo, la plantilla aún no se encuentra ni mucho menos cerrada, pues aún se esperan diversas salidas y alguna que otra llegada. En una plantilla confeccionada al gusto de Zinedine Zidane, el técnico francés quiere poner la guinda al pastel con un refuerzo para el centro del campo. Un refuerzo que, ante las ya confirmadas salidas de Llorente y Kovacic, a las que en los próximos días se unirán con casi total seguridad Ceballos y James, sin tener en cuenta el caso de Isco, cuyo futuro aún es una incógnita, se antoja más que necesaria.
A lo largo del mercado, el club blanco ha satisfecho todas y cada una de las peticiones del técnico francés, como por ejemplo la llegada de Mendy, la continuidad de Marcelo en la plantilla… Y por su parte, tiene claro quien debe ser la piedra angular del centro del campo del nuevo Real Madrid: Paul Pogba. Un fichaje que ya recomendó en 2016, cuando tan solo llevaba unos meses en en el club, el francés siempre ha sido un viejo anhelo de Zizou.
Lo cierto es que con el tiempo, el aún futbolista el United se ha dejado querer en diversas ocasiones por el club blanco, llegando a asegurar que »El Real Madrid es un sueño, especialmente con Zidane» en el pasado mes de marzo, o dejando caer hace escasas semanas que tal vez este fuese el momento adecuado para tomar un cambio de aires en su carrera.
El principal escollo de la operación es el propio club inglés, que no quiere vender a su jugador franquicia y tampoco tiene necesidad de obtener ingresos. Se trata de un club con el cual es difícil negociar, no hay más que regresar a 2015 y recordar el esperpéntico ‘traspaso’ de De Gea al club blanco, que se vio truncado por un fax. Ante esto, solo parece factible que el futbolista fuerce si se quiere vestir de blanco la próxima temporada, siempre y cuando haya un gran desembolso de por medio, que no descendería en ningún momento de los 130 millones de euros.
Otra opción, la favorita de la directiva, que no termina de ver clara la rentabilidad de Pogba, es el danés Christian Eriksen. El futbolista del Tottenham es desde hace tiempo seguido por la directiva blanca, pero su fichaje choca con la petición del técnico francés. La principal ventaja con la que parte Eriksen es que su contrato finaliza en 2020, por lo que este es el último mercado en el que el Tottenham podría hacer caja con él, por lo que su fichaje costaría mucho menos que el de Pogba, por una cifra cercana a los 70 millones. Sin embargo, no entra en los planes de Zidane, que considera que sus características ya existen en otros jugadores de la plantilla, no siendo así en el caso de Pogba.
La última opción que se baraja a modo de ‘Plan C’ es una de las revelaciones de esta pasada temporada, el joven Donny Van de Beek, que ha maravillado al panorama futbolístico gracias a su gran campaña en el Ajax, donde este año ha marcado 17 goles y ha repartido 13 asistencias. En lo referido a su fichaje, sería el menos complicado de los tres, pues el Ajax está dispuesto a negociar por él, siempre y cuando un club ponga 60 millones en la mesa. Sin embargo, en función de los futbolistas que finalmente abandonen el club blanco este verano, en el caso de que fuesen varios centrocampistas, el fichaje de Van de Beek podría complementar o bien al de Eriksen o al de Pogba.
¿Quién terminará vistiendo la camiseta blanca? El mercado dirá.
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