Mes de hielo
La NBA en agosto se congela
Agosto es el mes donde menos sucesos ocurren, como todo el mundo sabe. En el deporte, no es así. Los deportes colectivos (fútbol, baloncesto, rugby, etc.) acaban los mercados de fichajes y comienzan las ligas. En los deportes individuales (atletismo, natación, tenis, etc.) se disputan, habitualmente, campeonatos internacionales o Grand Slam (en este caso, el US Open). Una de las competiciones que son una excepción de esto es la NBA, la cual queda paralizada.
La NBA se mueve durante todo el año. A finales de septiembre comienza la pretemporada. El mes de octubre marca el inicio de la Liga Regular. En febrero ocurre el final del mercado de traspasos y el All-Star. Abril es el mes cuando acaba la Liga Regular y se inician los Playoffs. En junio se dan las finales y el Draft. En julio se abre la Agencia Libre. Pero… en agosto… todo se para. El ritmo frenético de la competición se estanca.
En este artículo buscaré exponer cuáles son los principales motivos por los que la NBA, en agosto, se bloquea. La imagen del artículo (Kyrie Irving en Boston Celtics) está elegida por ser la anomalía más reciente de esta paralización. Esta anomalía constó de un traspaso que cambió el rumbo de dos franquicias clásicas del Este.
Mes de vacaciones y resaca
Agosto es un mes en el que existe un vacío muy considerable en la NBA. Tras dos meses extremadamente frenéticos, en agosto no hay eventos relacionados a la NBA más relevantes que una pelea entre dos Metapod. En junio, como decía previamente, se dan las finales de la NBA y la noche del Draft, ambas cruciales para el devenir futuro de la competición. En julio abre la Agencia Libre, donde todos los jugadores sin contrato buscan equipo. Todos los equipos se mueven y plantean su estrategia para la temporada siguiente y sus consecuencias para el futuro.
Tantos eventos tan poco aptos para personas con problemas cardíacos, hacen necesario que toda la organización, las franquicias, los jugadores y los aficionados se tomen un mes de desintoxicación. Algo así como la cura de la resaca tras una fiesta de desenfreno. Es, además, un mes en el que se busca aumentar la expectación, el «hype«, donde los aficionados y fantasean con qué puede ocurrir cuando vuelva el baloncesto. Así, a partir de finales de septiembre y en octubre, se vuelve a coger la liga regular con más ganas. Siempre es bueno recordar, que en la NBA todo es un espectáculo, el baloncesto es solo el hilo conductor.
Competiciones Internacionales
El baloncesto, habitualmente, es un deporte en el que se disputan competiciones internacionales cada verano en los meses de agosto y septiembre. Hasta este último ciclo de competiciones (2016-2020), se disputaban: dos competiciones continentales en los años impares, una competición mundial que coincidía con el año del Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos de Verano. Esto hacía que todos los años, muchos jugadores de la liga tuviesen otros compromisos que les impidieran estar disponibles para jugar con sus franquicias.
Actualmente, se ha eliminado uno de los torneos continentales y el mundial de baloncesto ya no coincide con el de fútbol. De esta manera, poniendo de ejemplo a Europa, solo se disputó un Eurobasket en 2017 (ganado por Eslovenia). El Mundial de baloncesto se disputará este mes de septiembre en China. Esto hace que en los años intermedios del ciclo olímpico no haya ninguna competición. El año pasado no hubo ningún cambio en la NBA que fuera reseñable que fuese debido por ese verano sin competiciones internacionales. Esto da a entender que el cambio es menos relevante para la NBA de lo que podría parecer (en el resto de ligas es crucial).
Las competiciones hacen que los jugadores no estén disponibles ni para jugar ni para negociar traspasos o firmas de contratos. Además, se tiene por mal visto hacer trades sin avisar a jugadores que están en otros compromisos. A este hecho suelen anticiparse las franquicias, no permitiendo ir con sus selecciones a aquellos jugadores que tengan previsto un cambio de franquicia o sean nuevos.
Un caso histórico excepcional
Algunas veces, la tranquilidad de la NBA en agosto se ve afectada por un traspaso clave. Para ilustrar con un ejemplo este tipo de sucesos, expondré brevemente el caso más reciente en el que volcó la NBA en este mes.
Este caso no es otro que el traspaso ocurrido el 23 de agosto de 2017 que llevó a Kyrie Irving a Boston Celtics. Kyrie Irving, jugador hasta entonces de Cleveland Cavaliers, pidió ser traspasado a inicios de mes. Para la franquicia, que por entonces tenía a LeBron James en su roster, era un gran mazazo, porque sabían que LeBron se marcharía en la siguiente temporada, tal como sucedió más adelante. Por ello, Cleveland buscó el traspaso intentando perder lo menos posible. Hubo varios contendientes por el base (siendo San Antonio Spurs el más destacado), pero se lo acabó llevando Boston Celtics.
El trade consistió en lo siguiente: Cleveland Cavaliers envió a Kyrie Irving a Boston Celtics a cambio de Isaiah Thomas, Jae Crowder, Ante Zizic y la primera ronda de Brooklyn Nets del Draft 2018 (quien, posteriormente, sería Collin Sexton). Danny Ainge (General Manager de los Celtics) fue muy criticado por hacer ese traspaso, comentándose que se había perdido la esencia Celtic. Tras dos años, casi nadie puede dudar que el traspaso benefició a Boston, pues se convirtió en candidato para el anillo. Sin embargo, a los Cavs, aunque llegasen a las finales de la NBA en 2018, a medio plazo les ha hecho caer en una reconstrucción profunda.
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