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Cuando un amigo se va…

Pipo

Pipo es abrazado por un aficionado para celebrar una victoria.

Algo se muere en el alma. Lo que la afición del Algeciras CF no quería ver y tuvo que ver. Uno de los héroes del ascenso se va del club unos días antes de que empiece la competición. El exceso de fichas mayores de sub-23 han empujado al Decano del Campo de Gibraltar a prescindir del que a priori menos minutos iba a poder disfrutar en la categoría de bronce del Fútbol Español.

Y es que ‘Pipo’ era uno di noi. Jugadores de los que cuando el balón está en sus botas, toda la afición pone el alma en que suceda algo. Vino como aquel ‘futbolista especial‘, ‘especialista en el último pase‘, y con la vitola de jugador número ’10’ que domina partidos bajo su control y los hace suyos. Y es que ante una afición también ‘especial’ cuando Ale ‘Pipo’ llegó, nada podía salir mal. Y no salió mal. Tuvo su bajón en mitad de la temporada, también derivado de una lesión, pero cuando volvió lo hizo para ascender a ‘su Algeciras’ a 2ªB.

Su contrato renovaba un año más por el sorprendente ascenso a 2ªB, todo apuntaba a que el canario iba a volver a ser importante en el nuevo proyecto de Fajardo, y así este lo dejó claro en diversas ruedas de prensa, contaba con él, pero se ha visto perjudicado con llegadas en su puesto en forma de fichajes.

Pero también era un ’10’ en el vestuario. Solo hay que ver las celebraciones y las ruedas de prensa en días de derrota, para ver que ‘Pipo’ era eje primordial de la alegría y pegamento de los jugadores en el vestuario. Eso no se compra con dinero. Pocos futbolistas quedan de ese calibre. De los que hace familia.

Aun y así ‘Pipo’ ya es historia del Algeciras CF. Ese jugador que llegó de pasarlo mal en varios equipos de la península encontraba en Algeciras ‘Sus segundas Islas’, para devolver al Decano del Campo de Gibraltar donde mínimo se merece. Ahora tiene una nueva casa y unos nuevos colores que recordará como suyos para la eternidad. Lo mejor que te deja el fútbol son los compañeros, las aficiones y las tardes de gloria. Y en Algeciras, ‘Pipo’ ha ganado en eso. Y el algecirismo con él, al que siempre le estará siempre agradecido.

Pero que no llore la guitarra mía, que sea un ‘hasta luego’.

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